El futuro Plan de Ordenación Municipal (POM) de Toledo, cuyo desarrollo y vigencia se prevé para unos 20 años, contempla 970 hectáreas de nuevas superficies para un máximo 16.000 nuevas viviendas en los futuros desarrollos urbanísticos, de las que en torno a un 50 por ciento tendrán algún régimen de protección pública.
Así lo recoge el documento inicial con el que ya cuenta el Ayuntamiento de Toledo que se someterá a tramitación ambiental de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, según ha informado el Consistorio toledano este martes en un comunicado.
Esta previsión de vivienda refuerza el compromiso del Gobierno municipal para garantizar el acceso a todo aquel que quiera vivir en Toledo y «evitar que miles de toledanos tengan que marcharse a vivir fuera ciudad como ha sucedido en los últimos 25 o 30 años», ha señalado el alcalde, Carlos Velázquez.
El objetivo del Ayuntamiento de la capital es contar con un documento «imprescindible» para la ciudad que asegure un desarrollo urbano «planificado, sostenible y equilibrado», que cohesione barrios, garantice la actividad económica y las infraestructuras y dé soluciones al problema de la vivienda.
En este sentido, Velázquez ha recordado que se cumple así el compromiso de contar con este documento de inicio antes de final de año, que marcará las líneas estratégicas urbanísticas para el futuro de la ciudad, y que el Consistorio trabaja para poder llevar a cabo su aprobación inicial durante el año 2027.
Asimismo, el regidor toledano ha hecho hincapié en que el documento es fruto de las diversas reuniones celebradas con todos los grupos políticos con representación municipal para tratar de alcanzar «el máximo consenso posible» en la redacción del POM, y que recoge distintas aportaciones realizadas.
Dar respuesta al problema de la vivienda
Entre los principales objetivos de este documento destaca dar respuesta al problema de la vivienda con un desarrollo urbano sostenible y equilibrado, que cohesione barrios y garantice la actividad económica, así como que acabe con la fragmentación socio-espacial que existe desde hace años.
Para ello, el Ayuntamiento ha apuntado que ha servido como punto de partida el documento borrador realizado en la anterior legislatura si bien se han incorporado dos cuestiones, que cuentan con unanimidad, que consisten en no estirar la ciudad evitando alargar más el tejido urbano ya existente y tratar de coser barrios y generar continuidad urbana al abrigo de infraestructuras presentes o futuras.
Más zona industrial, el Ave…
Además, el documento recoge la creación de nuevas zonas industriales, algunas ya en tramitación; ya ya en marcha para resolver deficiencias en la conexión local entre barrios como el vial entre Azucaica y el Polígono y el ramal de enlace entre la TO-22 y la TO-23 perteneciente al proyecto de la A-40.
También incluye reservas de suelo para futuras infraestructuras como la unión entre la A-42 y la TO-22 y su prolongación hasta la CM-40, entre otras; y contempla la previsión de trazado del AVE Madrid-Lisboa con el mantenimiento de la estación de Santa Bárbara y la posible construcción de una segunda infraestructura pasante en el entorno del centro comercial del barrio de Santa María de Benquerencia.
A partir de ahora, la segunda fase de la elaboración del POM será su versión inicial y estudio ambiental estratégico para sometimiento a información pública y participación ciudadana; la tercera fase será el proceso de información pública, al que le seguirá un documento resumen explicativo de modificaciones y la probación inicial por el pleno; y la cuarta fase será ya la aprobación definitiva del plan y su publicación.