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miércoles, 24 de abril de 2024
Los bodegueros analizan el sector para el especial de vinos de encastillalamancha.es
Los bodegueros analizan el sector para el especial de vinos de encastillalamancha.es
La opinión de los expertos 02/04/2017febrero 22nd, 2021 - Toledo

Y ellos dicen que…

SAT San José y los precios 

Un total de 250 viticultores y más de 2.600 hectáreas de viñedo componen la SAT San José, en Tomelloso (Ciudad Real), cuyo gerente, Esteban Lomas, explicaba a encastillalamancha.es la situación que vive el sector, en la que predomina el estancamiento del mercado debido a la bajada de precios que se ha producido.


Cuenta que, en un primer momento, vendedores y compradores pensaban que la cosecha de la vendimia iba a ser más pequeña, lo que provocó una inicial subida de los precios que, con el tiempo, ha cambiado la tendencia. “Ahora nos vemos obligados a retener la producción y a esperar a que los precios vuelvan a subir”, añadía.

En su opinión, el futuro del sector en Castilla-La Mancha pasa por reforzar la apuesta por la calidad en detrimento de la cantidad. Valoraba positivamente la reestructuración llevada a cabo y las inversiones realizadas en el cultivo de la viña en espaldera; sin embargo, estima que “las producciones siguen siendo demasiado grandes”.

Hermanos Rubio, pesimistas

Agustín Rubio, de Bodegas Hermanos Rubio -Villasequilla (Toledo)-, es pesimista respecto a la situación del sector, fundamentalmente por los cambios que se han producido en los hábitos del mercado nacional, con consumidores que beben menos vino y que reservan esta buena costumbre para ocasiones especiales. Esto está influyendo de manera decisiva en la bajada de la demanda que España viene experimentando en los últimos años.

Por este motivo, para Rubio la apuesta de futuro debe ser poner en marcha medidas para fomentar el consumo, sobre todo entre la gente joven, y potenciar su promoción en ferias ya que, en términos generales, “se hace mejor vino pero se consume menos”.

Los orígenes de Bodegas Hermanos Rubio datan de 1934, año en el que fue fundada por Agustín Peña Casado, abuelo de los actuales propietarios.

Acogida a la D.O. La Mancha, embotella sus marcas Viña Alambrada, Señorío de Zocodover, Vega Cedrón, Ribera de Algodor, Orla Real y Ribera del Cedrón, mientras que bajo Vinos de la Tierra de Castilla embotella Barón de Sabas y, como vinos de mesa, El Guardamonte, Lambroa, La Frasca y Viña Salsero.

Viñedos de Camarena

Desde Viñedos de Camarena, en la provincia de Toledo, su gerente, María Rosa Pérez, mostraba su pesar por la situación actual del sector debido a los bajos precios que los compradores pagan por los caldos. Acusaba a los grandes compradores de estar derivando sus compras a otros países, con precios más bajos, y de no tener en cuenta a los vendedores nacionales, quienes se ven abocados a mantener unos precios demasiado bajos.

También lamenta la bajada del consumo en el mercado nacional y el hecho de que países que antes compraban vino en España ahora opten por países como Chile o Argentina. Cree, además, que se debe apostar más por la calidad en lugar de la cantidad.

Viñedos de Camarena está integrada en la D.O. Méntrida, cuenta con 350 socios y una superficie de viñedo de 850 hectáreas, donde hay cepas en espaldera (de regadío y de secano), pero también cepa en vaso con una antigüedad de más de 50 años. Dotada con tecnología muy avanzada, en sus instalaciones convive el acero inoxidable con los tradicionales depósitos de cemento revestidos de resina epoxi.

Cristo de la Vega, “Cuesta”

En Socuéllamos (Ciudad Real), uno de los responsables de Bodegas Cristo de la Vega, Javier Ruiz, señala que el sector del vino a granel está teniendo un año atípico: empezó con un incremento importante del precio debido a causas externas y está evolucionando a la baja. “Ahora el mercado está estancado y cuesta sacar el vino; aún deben ajustarse los precios”.

Otra situación muy distinta es la del vino embotellado, mucho más impermeable a los vaivenes del mercado y de los precios. Cristo de la Vega ha llegado a su máximo de producción de vino embotellado y sus proyectos pasan por incrementar el número de botellas que salen de sus instalaciones.

[ze_image id=»115282″ caption=»Para Javier Ruiz, el mercado está un poco estancado» type=»break_limited» src=»http://ecmadm.encastillalamancha.es/wp-content/uploads/2017/03/JAVIER-RUIZ-CRISTO-DE-LA-VEGA.jpg» urlVideo=»» typeVideo=»» ]

Ruiz considera que el sector necesita “bastantes cosas”, entre ellas, “una estructura más organizada. No puede haber tantos criterios a la hora de vender ni tanta indefensión de los vendedores frente a los compradores”.

Cristo de la Vega está situada en pleno corazón de La Mancha. Fundada en 1955, la bodega cuenta con casi 60 años de experiencia, dando continuidad a una tradición centenaria y familiar. La mayoría de sus caldos están avalados por el sello de calidad de la D.O. La Mancha y han sido reconocidos en importantes concursos nacionales e internacionales.

Cigarral de Santa María

En Viñedos Cigarral de Santa María de Toledo, su responsable, Adolfo Muñoz, habla también desde la perspectiva del sector de la restauración ya que su grupo cuenta con varios establecimientos tanto en Toledo como en Madrid. Desde el punto de vista del restaurante, “tenemos mucha calidad en los vinos y podemos tener la seguridad de elegir buenos caldos en cualquier zona”. Añade que “el sector ya tiene una madurez y una calidad suficiente como para cubrir las demandas de los clientes de los restaurantes”.

Concreta que están cambiando las tendencias y ahora el cliente del restaurante ya no pide tanto denominaciones tradicionales como Ribera del Duero, “le gusta experimentar y probar cosas nuevas”, eso sí, “teniendo muy clara la relación calidad-precio”.

Es un “consumo muy sostenido, lo que nos obliga a los restaurantes a buscar productos buenos y a buen precio”.

Desde el punto de vista de la producción, explica que de los Viñedos Cigarral de Santa María salen 5.000 botellas de vino, una producción muy pequeña y que, al ser también embotellada, está ajena a los vaivenes del mercado. Adolfo Muñoz destaca el interés creciente de los turistas, sobre todo de los asiáticos, por conocer su bodega y por acudir a catas, lo cual “crea un vínculo entre el cliente y la marca”.
Junto con las que hay en Malibú (California), París y Viena, Bodegas Viñedos Cigarral de Santa María es la única bodega urbana del mundo.

Vega Tolosa, desde 1905

Desde la bodega Vega Tolosa, en Casas Ibáñez (Albacete), apuntan que en Castilla-La Mancha se produce mucho vino a granel y que es necesario cambiar la tendencia hacia el embotellado y apostar por el marketing y la comercialización.

El exceso de producción, entre otras cuestiones, -comenta Juan Miguel Tolosa, dueño de la empresa- lleva a que los precios estén por los suelos a pesar de la buena calidad de los caldos, con lo que el afán de las bodegas y cooperativas está en vender lo máximo posible sin que dé margen de beneficio para modernizar las instalaciones e invertir en comercialización.

Vega Tolosa saca al mercado grandes cantidades de vino embotellado. El futuro del sector no lo ve con buenos ojos, precisamente por esa tendencia que hay en la región de producir mucho. “Este año, que ha habido sequía y ha bajado la producción, nos ha costado mucho sacar el producto al mercado, por lo que no sé lo que ocurrirá cuando vengan años de más producción”.

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Sus vinos están dentro de la D.O. Manchuela. Es una bodega familiar cuyo origen se remonta a 1905. Tres generaciones han fomentado la tradición vitivinícola demostrando un carácter emprendedor y sabiendo conjugar el respeto por la tradición con la apuesta por la innovación.

El viñedo es el eje primordial de Vega Tolosa, que tiene 200 hectáreas propias con los parámetros del cultivo ecológico certificado. Está enmarcado en un paraje privilegiado dentro de la Manchuela, en un altiplano a 750 metros del nivel del mar, entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel.

Cooperativa Santa Catalina

“La cosecha ha ido bien y el producto es de calidad”. Con estas palabras definía Toñi Rodríguez-Rabadán, responsable de Exportación en la cooperativa Santa Catalina, la situación que vive esta empresa de La Solana (Ciudad Real).

De los productos de Castilla-La Mancha resalta lo competitivos que son en el mercado internacional y el aprecio cada vez mayor que hay por su calidad. “Se trata de un mercado al que nos tenemos que dirigir cada vez más”, apuntaba, una tarea a la que sumaba la de seguir acudiendo a ferias y fomentando la comercialización.

La principal producción dentro de cooperativa Santa Catalina es el vino a granel. Sin embargo, cada vez hacen más vino embotellado y es por aquí por donde quieren dirigir sus líneas de actuación.

De cara al futuro, Toñi Rodríguez-Rabadán considera que es fundamental adaptarse  a las demandas del mercado e, incluso, adelantarse a estos gustos.

La cooperativa Santa Catalina nació en 1959. De su bodega salen vinos de excelente calidad, entre ellos Los Galanes y Campechano, que cuentan con el sello y garantía de la D.O. La Mancha. O Lobillo, que destaca por su relación calidad-precio.

Vino reserva, crianza, tinto joven, blanco joven, tinto roble y ecológicos. De sus vitrinas lucen importantes galardones tanto nacionales como internacionales.

Félix Solís, optimista

“Somos optimistas. Al vino español le queda todavía mucho trecho por andar y dará muchas alegrías en el futuro, llegando a convertirse en uno de los grandes sectores económicos de España y con mayor relevancia en el futuro”.

Así lo ponía de manifiesto Félix Solís Yáñez, presidente y consejero delegado de la compañía Félix Solís. Considera que lo que se ha hecho en los últimos años es “verdaderamente sorprendente. Hemos consolidado nuestra posición como mayor viñedo del mundo y lo vamos haciendo cada vez más rentable aunque se hayan perdido algunas hectáreas”.

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Sobre los principales retos del futuro, entiende que estos pasan por mantener e incrementar la recuperación del consumo en España, “haciéndolo más atractivo para los jóvenes y las mujeres y basados en innovaciones y una muy buena distribución”, además de mejorar el valor de las exportaciones.

Félix Solís S.L. es una empresa familiar dedicada a la elaboración, embotellado, envejecimiento y comercialización de vinos, mostos y sangría. Cuenta con bodegas en las principales Denominaciones de Origen de Castilla-La Mancha, como son Valdepeñas y La Mancha.
La actual bodega Félix Solís, en Valdepeñas (Ciudad Real), fue inaugurada en 1975 y cuenta con una de las mejores y más modernas plantas de elaboración y embotellado del mundo. No obstante, es la bodega familiar de España donde más uva se recolecta, con capacidad para 7,5 millones de kilos al día y una capacidad de vinificación de 175 millones de kilos de uva.

Grupo Dcoop/Baco

Miguel Casero, miembro del Grupo Dcoop/Baco, situado en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), cree que el mercado del vino está “pesado” porque el consumo no crece en los países “tradicionales” de la vieja Europa. Y explica que esta es una de las situaciones que ha provocado que desde hace ya algún tiempo España haya comenzado a explorar nuevos horizontes en otros mercados emergentes, como son los casos de Rusia, China, Japón…

No obstante, entiende que Europa es un mercado atractivo para ganar la batalla del embotellado. “Pero el bajo consumo se hace notar. A esta situación se suman los datos de consumo que tenemos en nuestro propio país, con 17 litros años per cápita, cuando incluso en países vecinos como Francia o Italia están en torno a 35 litros/año”.

Una reacción a esta situación es la apuesta del Grupo Dcoop/Baco por su planta embotelladora en Alcázar de San Juan, que será un referente en la región para hacer frente a los retos del embotellado.

A la hora de afrontar el futuro, Casero dice que hay que buscar nuevos mercados. “La situación, y no debemos olvidar que somos el mayor viñedo del mundo y elaboramos graneles de calidad, nos obliga a abrirnos a nuevos horizontes pasando por países emergentes, e incluso a los países árabes, donde podemos encontrar nichos para otros elaborados como el mosto o concentrado de uva”.

El futuro del sector pasa por la integración de la producción para ser más competitivos, “porque lo que está claro es que no es una cuestión de producción, ya que estamos hablando de cosechas moderadas”.

Por último, resaltaba que “hay que dar la batalla en el consumo nacional, los datos son malos, consumimos prácticamente un 50 por 100 menos que Francia”. Y aboga por medidas conjuntas entre el sector público y el privado para fomentar el consumo de vino.

Cooperativa El Progreso

Cesáreo del Prado Cabrera, presidente de la cooperativa El Progreso, de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), explica que los dos últimos años “han sido de sequía”. Y es que ellos dependen de la lluvia, una cooperativa cuya producción es mitad de secano y mitad de regadío.

Con todo, recalca que la producción total ha sido de 70 millones de kilos de uva “y sin embargo baja el precio del vino”. Por lo que insiste en una paradoja: “Teniendo en cuenta que a nivel internacional ha sido la peor temporada en recogida de los últimos 20 años y el precio ha bajado, esto no cuadra, y ello se debe a los tejemanejes que se producen en el sector”.

La cooperativa El Progreso depende de la exportación. Con todo, concluye que los “8 ó 10 millones de hectólitros menos que se han producido se tienen que colocar de alguna forma”.

Bodegas Camino Alto, “si la uva se calienta…”

“Ha sido una cosecha normal, cuando pensábamos que iba a ser más pequeña. En realidad fue como la del año anterior, que era la referencia. Ayudamos a la planta antes de la brotación, abonándola y dándole un riego. Nuestra producción media es de 10.000 kilos por hectárea, con diversas variedades de uva”. Nos lo cuenta Julio Raboso Saelices, gerente de la empresa familiar Bodegas Camino Alto, en Villacañas (Toledo).

En cuanto a los precios, el de la uva subió pero el precio del vino no, y es que el mercado está un poco parado y así sigue. Subida que no se reflejó en la venta del vino. “Hay un dicho en el sector que dice: cuando la uva se calienta, el vino se enfría”. Raboso dice que “quizás la reducción de la cosecha no fue tan grande como se esperaba”, aventura a explicar.

Camino Alto hace un vino enológico enfocado sobre todo al exterior. “Porque el mercado interior está saturado, es muy difícil hacerse un hueco. El consumo es muy bajo comparado con el de Francia o Italia, y semejante al de Dinamarca, donde no hay la cultura de producción que tenemos aquí”, afirma.

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“Algo pasa, no valoramos el sector y lo que este aporta a la sociedad, cuando es un generador de empleo, asienta a la población en el medio rural. España es de las grandes productoras, pero nos falta conciencia de lo que el vino significa para la sociedad”, añade.

En el ámbito de la Unión Europea la situación del sector es complicada. “Se habla mucho de imponer límites a las bebidas alcohólicas y hay ayudas a terceros países”, informa. “Debemos hacer algo, desde la educación y el conocimiento, para ver lo que aporta el vino como alimento favorecedor de la salud, ya que esto está demostrado cuando el consumo es moderado”, apunta.

Los esfuerzos educativos deben intensificarse en España: “Hay que mejorar el consumo de vino ya que se ha perdido el que se daba en el hogar. Yo me acuerdo de ir a por la garrafa cuando era pequeño, para consumirlo en casa. Esto desaparece en las familias, que además son más pequeñas. Y en nuestra zona nos queda mucho trabajo por hacer puesto que en consumo estamos por debajo de otras regiones”.

Bodegas Campos Reales

En Bodegas Campos Reales, localizada en El Provencio (Cuenca), su presidente, Carlos David Bonilla Merchante, señala que la cosecha ha ido bien, la uva ha sido de suficiente calidad y la producción, buena.

De hecho, ya han vendido los tintos y los varietales. Con el mosto (el 95 por 100 de las uvas blancas las convierten en mosto rectificado) andan un poco más retrasados.

Esta firma lleva 18 años apostando por la exportación. De hecho, son de las cooperativas que más exportan, en torno al 80 por 100 de lo que producen.

Y cuando se le pregunta si el consumo de vino en España es una batalla perdida, él no lo cree, sobre todo si tienen éxito a medio plazo las medidas que se han tomado y que ha propuesto el sector. “Esperemos que repunte, si no, seguirá siendo la asignatura pendiente”, concluye.

Bodegas El Refugio

El presidente de Bodegas El Refugio, en Socuéllamos (Ciudad Real), Benjamín Galisteo, asegura que la última vendimia “no tiene que envidiar a las últimas añadas”. Y es que en el caso de estas bodegas notan pocos aspectos como el de la producción estacional o el bajo consumo interno.

En cuanto a los precios, no venden uva, sino que el 95 por 100 de su producción es embotellada.

¿La batalla por la promoción del consumo interno está perdida?, se le cuestiona. “Se nos llena la boca de la cultura del vino y sin embargo no se hace nada. Hay que promocionar. España sigue siendo líder en producción mundial junto a Italia y Francia, fluctuando, pero no se vuelcan en la promoción como es debido”, sostiene.

[ze_image id=»115280″ caption=»Benjamín Galisteo cree que algo se está haciendo mal» type=»break_limited» src=»http://ecmadm.encastillalamancha.es/wp-content/uploads/2017/03/BODEGAS-EL-REFUGIO-BENJAMÍN-GALISTEO.jpg» urlVideo=»» typeVideo=»» ]

“Algo estaremos haciendo mal cuando Alemania, por  ejemplo, que es el primer productor mundial de cerveza, es el segundo consumidor de vino. No hay excusas”, concluye.

Y cuando se le plantea que en las casas ha bajado el consumo”, responde: “Eso es cierto, y repercute”.

Bodegas Altovela

Para Bodegas Altovela, en Corral de Almaguer (Toledo), la vendimia fue más corta que la anterior, pero fue excelente de calidad y llegó bien a la bodega.

Según el enólogo Juan Antonio Calleja, recolectaron 37 millones de uvas por los dos millones de 2015, por “factores sociales” de la firma fundamentalmente, ya que aumentaron los socios.

Por otro lado, Calleja sostiene que el precio de la uva lo han desestabilizado los comerciantes, “dándole un precio irreal, demasiado alto, lo que, en virtud de la oferta y la demanda y dado que la producción fue menor, el precio del vino debería ser mayor, pero al contrario, ha sido bajo por los intereses, no lo saben ni ellos (se refiere a los comerciantes)”.

Lo anterior habría hecho que “el mercado del vino esté a la baja, nadie lo entiende”, sostiene.

Con todo, Altovela ha comercializado ya más del 80 por 100 de la producción, lo que es un dato satisfactorio: “Nos queda poco por vender”, subraya.

En cuanto al bajo consumo en el mercado nacional, dice que “se coloca poco vino” e insiste en que “los precios están por debajo de la realidad de la uva”. “El consumo en España ha cambiado desde los años 70, ahora se ha estabilizado un poco, pero seguirá siendo una asignatura pendiente para el sector y la administración mientras no se luche por ello”, concluye.

Cooperativa La Soledad

La cooperativa La Soledad, en Fuensalida (Toledo), recolectó un 20 por 100 menos que en la anterior campaña, porque su viñero es mayoritariamente de secano y la sequía pronunciada les afecta.

“A ver si llueve un poco y recuperamos, porque esto es una bola de nieve”, afirma el presidente, Ulises Tenorio. Ellos optan por “potenciar el embotellado con vinos rosados, frescos, afrutados”, que están teniendo una gran aceptación en destinos como Francia o Alemania.

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Rosados que tienen muy buena respuesta en Europa del este (como Chequia) y hasta China, donde unos precios más asequibles no sobrepasan en mucho los del mercado nacional.

Para Tenorio, el bajo consumo interno no es una batalla perdida: “No hay que intentar la venta sin más, sino que hay que buscar más a los clientes potenciando nuevos vinos, más fáciles de beber, más jóvenes; sucede que en el sur, donde el sol cae bien, apetece beber frescos, afrutados, rosados, hay que elaborar lo que el público pide, sobre todo el joven”, sostiene. “Así coges al no bebedor, al no iniciado, así inicias al joven”, termina.

Bodegas Lairén

2015 fue una mala cosecha para Bodegas Lairén, en Miguel Esteban (Toledo), por las tormentas, las granizadas, el pedrisco…
Por eso no lo tuvieron difícil para que la de 2016 fuera un 20 por 100 mejor. “Fue una buena cosecha, de alta calidad, el tinto salió sin podredumbre, no hubo problemas técnicos en la uva, que fue alta de calidad”, tal y como nos cuenta el gerente de las bodegas, Jesús Navarro, quien destaca el oro que logró el tempranillo de su firma, entre otras 30.000 referencias, en la Feria de Graneles de Amsterdam (Holanda).

Respecto al comportamiento de los precios, “siempre se ha dicho que el vino es borracho, ha habido un movimiento especulativo en la compra privada de uva que, aunque no ha significado más del 16 por 100,  ha calentado el ambiente y nos ha hecho perder competitividad en el exterior, lo que es muy grave”, ya que la mayor parte de la actividad nacional es exportadora.

A ello se le une que cada vez más países compiten con España en mejores condiciones: “Sudáfrica viene machacando en el vino blanco, luego están los tintos suramericanos y que en Asia surgen cada vez más competidores…”

“Los tintos han ido bien, por ejemplo en Bulgaria, pero hay problemillas en la comercialización del vino blanco por la mencionada barrera de los precios”, insiste.

Por último, Navarro cree que poco queda ya por hacer para reactivar el consumo en España, primera potencia mundial exportadora: “Está perdido, por las normativas. Se imponen políticas de penalización del consumo, ya que se asocia el del alcohol al vino. El problema es que los productores no somos consumidores y en España se pierde el consumo de vino”.

¿Adaptación a los gustos del cliente? “Sí, se tiende a buscar el perfil, pero no somos productores de refrescos”, dice.

Bodegas Entremontes

El gerente de Bodegas Entremontes, en Quintanar de la Orden (Toledo), José Julio Zaragoza, dice que la campaña de recogida ha “sido más corta a nivel general por la sequía brutal que hubo, que hizo que el secano no madurara de forma conveniente, pero al haber algunos relentes en septiembre la uva más fuerte mejoró, traduciéndose en un aumento del 2 por 100 en la producción”.

La calidad de los caldos fue buena, asegura, “sin hongos, fue una buena añada”. Pero insiste en que las decisiones de algunos industriales hicieron que aumentara el precio de la uva, hecho que no se tradujo convenientemente en el mercado del vino. Es decir, que los precios fueron más altos que el año anterior, pero no en consonancia con el aumento del precio de la uva.

Con todo, Zaragoza asegura que esta circunstancia se suele dar cada 10 años, el mismo profesional que recuerda la creación de la interprofesional cuyo compromiso pasa por la adaptación al consumidor, “en hacer vinos a la carta, aprovechando el aumento en el consumo mundial de vino dado que la globalización llega a todos los niveles”.

Al respecto, objeta que las reestructuraciones en los viñedos se han producido sobre todo en el airén, descartando otras varietales para las que hay una gran demanda.

Licores Caro

Licores Caro, en Yepes (Toledo), produce licores de crema y destilados, y su gerente, Orosio Gómez-Caro Velasco, ve el año con buenas perspectivas.

Una empresa pequeña para la que cualquier mejora ya es ostensible; no tiene que arrastrar con los bajísimos índices de consumo interno que se dan con el vino. Su producto “top” es la ginebra.

Ahora están ampliando mercados. Fuera de España venden preferentemente en Suiza, Francia y Alemania. En España, el centro y Levante.

Nuestra Señora de Manjavacas

El gerente de la Cooperativa Nuestra Señora de Manjavacas, en Mota del Cuervo (Cuenca), Juan Fuente Rus, dice que la última vendimia ha sido “buena en cantidad y calidad, algo mayor que en 2015, llovió en primavera y eso hizo que la uva estuviese en perfectas condiciones.

El contexto ha sido, “un mercado nacional estable y bajo, como todos los años”. Menos mal que el internacional (80 por 100) les mantiene”. Recalca que “ha habido problemas con los precios en campaña, elevándose por encima de lo esperado, lo que ralentizó las salidas, el precio de la uva subió de una forma un poco absurda ya que la cosecha fue buena”.

El resultado, que los operadores a granel buscaron otros mercados, con el consiguiente retraso en la comercialización. Y del bajísimo consumo patrio… “Para reactivarlo se ha creado la Interprofesional del vino, que ha arrancado con fuerza para recuperar el vino nacional. Es esencial hacer ver que el vino es parte de nuestra cultura y economía, sin esto no elevas el consumo”, concluye.

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