La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado el «abandono» en los cuarteles de Campillo de Alto Buey y Priego, en la provincia de Cuenca, y ha exigido «unas condiciones dignas» de habitabilidad, ya que actualmente las instalaciones se encuentran «claramente por debajo de unos mínimos aceptables».
En una nota de prensa, la AUGC ha explicado que los agentes y sus familias afrontan semanas sin calefacción ni agua caliente en edificios que presentan humedades y drenajes «obsoletos», una situación «incompatible con la dignidad del servicio».
Ha detallado que, en Campillo de Alto Buey, los pabellones residenciales muestran «importantes signos de humedad» que hacen que vivir en ellos resulte «insalubre» para los agentes y sus familias.
Estas deficiencias se agravan con la climatología invernal, lo que conlleva «riesgo de problemas de salud» como asma, bronquitis, alergias o afecciones musculares, al tiempo que puede derivar en daños estructurales y en los materiales expuestos a largos periodos de humedad.
Por su parte, en Priego, pese a una inversión de más de un millón de euros, persisten «fallos graves», ya que los desagües del patio interior no evacuan el agua acumulada durante las lluvias, lo que provoca filtraciones hacia plantas inferiores, ha explicado la asociación.
Asimismo, ha indicado que la calefacción de geotermia lleva sin funcionar desde su instalación y que hay pabellones que carecen de agua caliente, por lo que, en algunos casos, las familias con menores a su cargo dependen de que vecinos del municipio les faciliten este recurso para poder realizar tareas básicas.
En este contexto, ha hecho hincapié en que la falta de calefacción y agua caliente en pleno invierno «afecta directamente al bienestar, la salud y el desempeño profesional de los guardias civiles».
Por ello, la AUGC ha reclamado a la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca y al Ministerio del Interior que actúen «de forma inmediata» para garantizar «unas condiciones dignas» de alojamiento a los miembros del Cuerpo y sus familiares.
La asociación ha insistido en que la situación «no puede permanecer sin respuesta» y ha exigido «un diagnóstico detallado, plazos concretos de actuación» y «una solución definitiva para que estos acuartelamientos cumplan con los estándares mínimos exigibles».