Por sus manos pasan cada año menores en una delicada situación. Son los encargados de recuperar la mayor funcionalidad y estimular el desarrollo motor de niños que sufren o han sufrido una lesión medular. Lo hacen en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, dentro de la unidad de Rehabilitación Pediátrica. Los artífices de esta importante labor son los miembros del servicio de Fisioterapia Infantil, fisioterapeutas que a sus conocimientos técnicos suman un plus de cariño, empatía y ganas por mejorar la vida de los pequeños.
Por su manera de hacer las cosas, por sus juegos, canciones y bailes y, en definitiva, por intentarles hacerles olvidar que se encuentran en un hospital, los componentes de este servicio recibieron recientemente la máxima distinción entre los «Excelentes», «Son Excelentes», un premio especial que les concedió encastillalamancha.es y que compartieron con la campeona del mundo y de Europa de parakárate Isabel Fernández, el pueblo de Cebolla y la toledana Lara de Mesa, actual directora de Banca Responsable del Banco Santander.
Tras recoger el galardón de manos del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (el patrocinador del premio fue la Junta de Comunidades), una de las fisioterapeutas de la unidad, Miriam Higueras, -acompañada en el escenario por Almudena Valiente y María Isabel López– expresó su agradecimiento y el de todo el equipo por este reconocimiento.
Durante su intervención explicó que «el tratamiento rehabilitador de cualquier enfermedad neurológica, y en particular la lesión medular, supone un largo y difícil camino, aún más cuando el que tiene que recorrer ese camino es un niño, desde que es un bebé hasta la ya de por sí complicada adolescencia». Añadía que su trabajo consiste «en algo tan hermoso como recuperar la máxima funcionalidad y estimular el desarrollo motor de los niños». Entiende que la lucha por la independencia y la autonomía es su meta principal, algo que «nos gusta hacer con la ilusión, el optimismo y la alegría que se merecen nuestros pequeños pacientes».
Ante las 500 personas que se dieron cita en el Palacio de Congresos de Toledo, Miriam puso de manifiesto que el día a día de estas profesionales tiene mucho que ver con lo que se conoce como humanización en la asistencia sanitaria. «No dudamos en usar canciones, videos, bailes o fiestas para conseguir que los niños y sus familias recuerden con especial cariño su paso por el Hospital de Parapléjicos» y es que «no hay mayor recompensa para nosotras que la sonrisa de un niño». De hecho, el premio se lo dedicó a estos menores, «nuestros héroes»: «vosotros sí que sois excelentes», «nos lo demostráis todos los días con vuestra lucha por vivir».
Este servicio de Fisioterapia Infantil se enmarca dentro de la unidad de Rehabilitación Pediátrica del Hospital Nacional Parapléjicos de Toledo, unidad compuesta por el área de hospitalización y el de consultas externas y hospital de día. Ambas áreas comparten tanto la zona de fisioterapia infantil como la de terapia ocupacional.
Con Elisa Dolado y Silvia Ceruelo como médicos rehabilitadoras, son un total de 50 los profesionales que trabajan en la unidad de Rehabilitación Pediátrica. A lo largo de 2018 por allí pasaron 1.206 niños menores de 30 años, 37 de los cuales estuvieron hospitalizados por lesiones medulares agudas. La mayoría -1.062- pasaron por el hospital de día.
Esta unidad recibe cada año entre 30 y 50 casos nuevos. Las principales causas del ingreso varía según la edad. Así, en menores de ocho años las más frecuentes son las patologías ocasionadas por accidentes de tráfico y tumores. Entre ocho y 14 años, los motivos más habituales son los accidentes o caídas casuales y los atropellos, mientras que en los mayores de 14 años las causas suelen estar relacionadas con accidentes deportivos y zambullidas en el agua.
Silvia Ceruelo hacía hincapié en que el trabajo de este equipo multidisciplinar es «duro» a la vez que «satisfactorio». No pueden evitar llevarse al terreno personal algunos casos porque «los acabas cogiendo mucho cariño». Hay que tener en cuenta que algunos llegan al Hospital de Parapléjicos siendo bebés y permanecen allí hasta los 20 años. «El hospital está diseñado por y para las personas con lesión medular». Además, «aquí hay médicos, fisioterapeutas, psicólogos, traumatólogos, urólogos, una unidad de biomecánica… es mucha gente trabajando para ellos».
Explicaba a encastillalamancha.es que los procesos más complejos de abordar son aquellos en los que la lesión medular sobreviene en la adolescencia. «Cuando les ocurre de muy pequeños lo normalizan todo, pero cuando son de más edad se les trunca su vida». En este aspecto, en el aspecto emocional, «también tenemos que estar ahí para ayudarles».
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