El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, ha reconocido el «fallo» de la Iglesia Católica por haber colaborado con el Defensor del Pueblo a la hora de facilitar información para elaborar el informe sobre abusos sexuales en el ámbito eclesiástico.
«Ha habido un fallo por nuestra parte», ha insistido Melgar, afirmando que «no tendríamos que haber colaborado«, ya que ha sido un ejercicio de «discriminación clara hacia la Iglesia»
Así lo ha indicado Melgar, a preguntas de los medios de comunicación durante una rueda de prensa en la que se han dado a conocer los datos económicos de la Diócesis de Ciudad Real, así como la labor que la Iglesia católica realiza en la provincia.
«Los abusos sexuales no solo sucedieron en la Iglesia»
En este marco, ha dicho que el informe carece de validez al haber una «trasposición de datos» que considera «inválida» y que «solo sirve» para querer «quitar valor y prestigio social» a la Iglesia.
«El modo de trasponer datos de esta forma no puede valer en este asunto», destacando que «cada caso es cada caso» y que «hay que probarlos».
De la misma manera, Melgar considera que existe «un defecto de fondo» al hablar que esos abusos «solo sucedieron en el seno de la Iglesia» y, según Melgar, «eso no es verdad».
Por ello, ha concluido recalcando que la publicación de este informe «solo ha servido» para quitar «el valor y el prestigio que tiene la Iglesia». Algo que, a juicio de Melgar, no están consiguiendo, ya que «cada día tenemos más colaboradores y más asignaciones tributarias».