La lluvia de estrellas de las perseidas produjo este viernes una «brillante bola de fuego» proveniente de un cometa que sobrevoló los cielos de Castilla-La Mancha, Valencia y Murcia.
Según recoge la Fundación Astrohita, que trabaja en el Complejo Astronómico de la Hita (Toledo), la bola de fuego cruzó el cielo el viernes 8 de agosto, a las 21:55 horas y fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN) opera en este complejo astronómico.
La roca entró a 217 km/h convirtiéndose en una bola de fuego
El complejo Astronómico de La Hita forma parte del Proyecto SMART, una iniciativa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que monitoriza el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del sistema solar.
También se registró por los detectores que este mismo proyecto de investigación tiene instalados en los observatorios de Calar Alto (Almería), Sierra Nevada (Granada), Sevilla, La Sagra (Granada) y Huelva.
Según el investigador responsable del Proyecto Smart, José María Madiedo, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, la roca que originó este fenómeno, procedente del cometa 109P/Swift-Tuttle, entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 217 mil kilómetros por hora.
El brusco rozamiento de la roca con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que el meteoroide se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 116 km sobre la localidad de Jarafuel (Valencia).
Desde allí avanzó en dirección suroeste, sobrevolando la provincia de Albacete y se extinguió con una gran explosión a una altitud de unos 86 km a la altura de la localidad de Los Arejos (Murcia).
Su gran luminosidad hizo que este bólido se pudiera ver desde más de 600 kilómetros de distancia y según se ha determinado, recorrió una distancia total en la atmósfera de unos 182 kilómetros.
Según recoge la Fundación Astrohita, la mayoría de las perseidas se generan cuando entran en la atmósfera fragmentos del tamaño de un grano de arena desprendidos de este cometa, dando así a las típicas estrellas fugaces.
Cuando estos fragmentos son de un tamaño superior al de un guisante, el brillo que se genera es mucho mayor, lo que genera estrellas fugaces de alta luminosidad que se denominan bólidos o bolas de fuego.