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sábado, 12 de julio de 2025
El brillante alumno y su abnegada madre recibieron uno de los Premios Excelentes de 2022 por su soberbio ejemplo. Foto: Rebeca Arango.
El brillante alumno y su abnegada madre recibieron uno de los Premios Excelentes de 2022 por su soberbio ejemplo. Foto: Rebeca Arango.
Ella se matriculó también en ADE para ayudarle - 12 julio 2025 - Toledo

La Facultad de Ciencias Sociales de Talavera ha hecho público el fallecimiento de Víctor Cobo Gómez, que estaba egresado en el grado de ADE, con el siguiente mensaje en redes sociales: «Su esfuerzo y ejemplo, junto a su madre Gregoria, son un legado inolvidable. Nuestro cariño y apoyo a su familia y amigos».

Victor Cobo Gómez y su madre Goyi fueron fueron uno de los Premios Excelentes 2022, ‘Contra viento y marea’, por su historia mutua de esfuerzo y superación. Víctor sufría el síndrome de Duchenne, una distrofia muscular progresiva que le hacía depender casi completamente de su madre, que era su cuidadora principal, así que sus sueños y retos los cumplían juntos.


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«Mi hijo estaba estudiando el bachillerado en un instituto, así que aproveché y me saqué la ESO allí», contaba Goyi en la III Jornada Soy Mujer para el alumnado universitario, celebrada en Talavera en 2020. Y ni corta ni perezosa se matriculó con él en Administración y Dirección de Empresas en el campus de la UCLM en Talavera cuando el joven quiso continuar con la formación universitaria. Tuvo que preparar la prueba de acceso en 20 días. Ella tomaba los apuntes y trabajaba en un ordenador espejo por el que su hijo estudiaba.

«Cuando le diagnosticaron la enfermedad dije, la vida no se elige, con la situación en la que estemos tenemos que vivir lo mejor posible», explicaba Goyi.

Esta es la historia de Víctor Cobo Gómez y su madre Goyi, que relató esta en la referida Jornada Soy Mujer:

Una verdadera historia de excelencia

Desde pequeña Goyi Gómez quería estudiar, pero no pudo y tuvo que ponerse a trabajar con 14 años. «Mi idea era esperar a los 25 años, pero entones mi vida había cambiado», ha relató. Estaba trabajando y se quedó embarazada, lo que le hizo aparcar su sueño. Después nació su hijo Víctor y a los tres años le diagnosticaron una enfermedad muscular. Les dijeron que se quedaría en silla de ruedas y así pasó a los nueve años. También dejó de hablar.

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No se resignaba e intentaron buscar una solución de médico en médico e intentando hacer todo lo posible, como fundar una asociación. Pero nada sirvió. Se tuvieron que comprar una casa adaptada, un coche adaptado… Pero la vida todavía le guardaba un revés más. A ella le diagnosticaron más tarde un cáncer de mama. Pero lo superó, porque a Goyi Gómez nada la paraba, tanto, que al final logró llegar a la universidad. «Siempre dije que me iba a curar», se ha reafirmaba.

«Mi hijo estaba estudiando el bachillerado en un instituto, así que aproveché y me saqué la ESO en el mismo instituto donde estudiaba», contó, puesto que aprovechaba que le tenía que acompañar para también sacar sus estudios.

Su hijo finalizó el bachillerato: «Lloré muchísimo de la emoción», reconoció, y entonce llegaba el siguiente paso: ir a la universidad.

Víctor Cobo, cuando asistió a las III Jornadas Soy Mujer celebradas en Talavera. Foto: Rebeca Arango.

Víctor Cobo, cuando asistió a las III Jornadas Soy Mujer celebradas en Talavera. Foto: Rebeca Arango.

«La decana nos dio la idea»

«Cuando vinimos a la jornada de puertas abiertas no dimos cuenta de que iba a necesitar que alguien le acompañara», explicó. «La decana nos dio la idea y nos dijo que por qué no venía con él».

Solo tuvo 20 días para preparar la prueba de acceso. «Busqué el temario, lo preparé en 20 días y aprobé el acceso», contó. Ya estaban un paso más cerca, en septiembre se matricularon y los dos comenzaron a estudiar Administración y Dirección de Empresas (ADE).

Víctor, que tenía muchos problemas de movilidad, sacaba mejores notas que su madre, ya que era «muy inteligente», admitía ella, quien reconocía no obstante que le quedaba menos tiempo para estudiar porque es la que preparaba los apuntes para los dos. También agradecía que los compañeros la hubiesen aceptado «como una más».

«Estamos aceptando las circunstancias y adaptándonos a ellas», añadió, para finalmente concluir diciendo que estaba «adaptando su vida a la suya».

Víctor Cobo y su madre, Goyi, en las III Jornadas Soy Mujer celebradas en Talavera. Foto: Rebeca Arango.

Víctor Cobo y su madre, Goyi, en las III Jornadas Soy Mujer celebradas en Talavera. Foto: Rebeca Arango.

 

Ramón De Juan
Ramón De Juan

Empecé en esto del periodismo algo tarde pero he sido insistente y no lo he dejado. Me especialicé en deportes pero como es norma en esta profesión toco todos los palos. Estudié en la Facultad de Periodismo, me ayudó un Máster en ABC y mi vida profesional casi siempre ha estado ligada a Toledo. Sigo pensando que este trabajo debería seguir siendo el más hermoso del mundo porque no hay nada que nos interese más a todos que contar o escuchar historias.

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