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viernes, 19 de abril de 2024
corpus Braulio Rodríguez echa un capote a la juventud dada su dura situación actual
Braulio Rodríguez fue sometido a una laparoscopia y se encuentra en la UCI de un hospital madrileño. Foto - Rebeca Arango
Palabras de Rodríguez en la homilía y la procesión - 20 junio 2019

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha pedido que la celebración del Corpus Christi, que «siempre conmemora, como reflexión meditativa, la Última Cena de Cristo y su muerte en el Gólgota», no se reduzca a la «acción sagrada» y el resto del día «se abandone a lo profano».

«Reducida la Eucaristía al instante de la acción sagrada se convierte en una minúscula isla temporal, al margen del resto del día, el cual permanece en su totalidad abandonado a la profanidad, al ajetreo de nuestras actividades y deseos mundanos», ha lamentado Rodríguez durante la homilía pronunciada en la Catedral Primada, donde ha oficiado la misa en Rito Hispano-Mozárabe para conmemorar el Corpus.


«Sin duda que el centro del Sacramento eucarístico es la celebración festiva del misterio santo en la cual el Señor reúne a su Pueblo, lo une y lo edifica como pueblo suyo. La Eucaristía, por tanto, no puede reducirse a un mero signo de comunión fraterna, de manera que se piense que, en el corto espacio de media hora, y poco más, de celebración consiste precisamente el misterio eucarístico», ha señalado.

«Nos pasa en parte como a aquel alcalde que me confesaba: ‘Aquí, en este pueblo, hay mucha devoción a la Custodia’. No sabía a quién adoraba, tras la celebración de la Santa Misa», ha criticado.

«Solamente en un clima de adoración, la celebración eucarística puede tener también vitalidad; solamente cuando la casa de Dios y también la comunidad en pleno está continuamente imbuida de la presencia de Dios, que nos espera y demuestra silenciosa disponibilidad para respondernos, puede la invitación a la asamblea encaminarnos a la hospitalidad de Jesucristo y de la Iglesia», ha añadido.

«Nuestras iglesias no deberían ser casas muertas vacías»

Poco después, en la tradicional alocución que ha ofrecido desde la Plaza de Zocodover, donde la Custodia de Arfe hace parada, el Primado toledano ha pedido «no pasar descuidadamente de largo por los templos».

«Entremos en nuestras iglesias al pasar y permanezcamos un rato ante el Señor, que está tan cerca como aquí en la Custodia. Nuestras iglesias no deberían ser casas muertas vacías y aparentemente sin ninguna finalidad. Siempre sale de dentro de ellas una invitación de Jesucristo. Lo más hermosos de las iglesias católicas es precisamente que dentro, en ellas, siempre de alguna forma hay liturgia porque en ella siempre mora la presencia eucarística de nuestro Señor», ha defendido.

Dicho esto, ha criticado que «se haya terminado por desligar de la ética muchas parcelas del quehacer humano: ciencia, comunicaciones sociales, economía, política y un largo etcétera». «Simultáneamente se ha ido desligando el saber de la verdad; el trabajo de la realización de la persona; el progreso de la justicia social; el sexo del amor y de la procreación», ha condenado.

«Sabemos, señor sacramentado, que por medio de tu ley nos concedimos la posibilidad de instaurar un orden político social que oriente el camino, por medio de tus diez palabras de mandamientos de vida nos concedes sabiduría y orientación que debemos seguir para vivir rectamente y tratar con justicia a los más empobrecidos», ha finalizado.

Tras las palabras de Rodríguez, ha sido el obispo de Albacete, Ángel Fernández, que fue obispo auxiliar de Toledo hasta el pasado año, el que ha procedido a dar la bendición en una abarrotada Plaza de Zocodover, desde donde la Custodia ha retomado el camino de regreso a la Catedral toledana.

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