El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha inaugurado este miércoles una nueva línea de tratamiento de fangos de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) del Cerro de los Palos, que supone la eliminación de otro punto de vertido en la ciudad que, además, contaba con varias sanciones por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo.
Velázquez ha recordado durante el acto la importancia del Plan de Vertidos Cero puesto en marcha hace un año y medio porque mejora la salud del río a su paso por la ciudad y da «resultados muy positivos», según ha informado el Ayuntamiento de Toledo en nota de prensa.
El alcalde ha señalado que ahora comienza el trámite para autorizar el pequeño vertido residual de agua limpia que va a quedar tras la puesta en marcha de esta estación de tratamiento de fangos, al tiempo que ha recordado que primero se eliminó el punto de vertido de los baños de La Peraleda, después el del arroyo del Aserradero, se retiraron 150 m3 de escombros localizados en cinco puntos de las riberas y los márgenes del río, y también se acabó con el punto de vertido en el arroyo de la Cañada.
Con respecto al Cerro de los Palos, ha resaltado que la nueva instalación permitirá no solo dejar de despilfarrar 500.000 m3 de agua al año, que ahora se van a poder reutilizar para que llegue a los grifos de las viviendas de los barrios de la ciudad de Toledo y de municipios de alrededor, sino que se va a mejorar de manera sustancial y sostenible los servicios que se prestan en la actualidad.
Esta inversión, ha especificado, cuenta con una inversión de 1,8 millones de euros y la planta, construida en 1971, cuenta con una capacidad diaria de 51.800 metros cúbicos y suministra agua desde los embalses de Torcón y Guajaraz a Toledo y municipios vecinos como Polán, Guadamur y la Mancomunidad de Guajaraz (Argés, Cobisa, Burguillos de Toledo, Layos y Nambroca).