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jueves, 16 de octubre de 2025
Descubrimiento en 1970 de la Necrópolis Ibérica de Pozo Moro en Chinchilla de Montearagón
Descubrimiento en 1970 de la Necrópolis Ibérica de Pozo Moro. Foto: Ayuntamiento de Chinchilla de Montearagón (Albacete)
Del siglo VI a.C. - 16 octubre 2025 - Albacete

Uno de los monumentos funerarios más impresionantes de España es el túmulo de Pozo Moro, del siglo VI a.C., encontrado en Chinchilla de Montearagón (Albacete) por Carlos Daudén Sala en un excavación oficial en el año 1971 tras haber descubierto en diciembre de 1970 la Necrópolis Ibérica.

Daudén Sala, fallecido en 2019, médico de profesión y apasionado de la arqueología, relató «la suerte y la satisfacción de descubrir la Necrópolis Ibérica de Pozo Moro», por la que numerosos arqueólogos destacaron la importancia del monumento funerario allí encontrado.


Tal fue el entusiasmo del hallazgo que, el director del Museo Provincial de Arqueología de Albacete de aquel momento, Samuel de los Santos, reservó un amplio recinto para su ubicación en el museo albaceteño. Sin embargo, sus deseos se verían frustrados, contaba Daudén, porque la reconstrucción y colocación se realizó en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, «junto a otras piezas singulares ibéricas, como las Damas de Elche, Baza y Cerro de los Santos, los relieves de Osuna, la Bicha de Balazote, etc., para una mejor compresión en su conjunto de ese mundo nuestro tan peculiar», relataba su descubridor en la web del Ayuntamiento de Chinchilla de Montearagón.

Túmulo de Pozo Moro

El monumento funerario de Pozo Moro «es único en su género y ha permitido conocer mejor la sociedad ibérica y, de una manera quizá decisiva, los orígenes del arte de esta nuestra primera cultura peninsular, indígena, con su propia personalidad», expresaba Carlos Daudén.

La construcción del monumento funerario de Pozo Moro en un zona tan alejada del mar parece, según el escritor Martín Almagro-Gorbea, que «se realizó por obreros foráneos del medio peninsular, siguiendo la inspiración oriental, obra quizá de artesanos de la colonia fenicia de Cádiz, pero realizada in situ, ya que se utilizó piedra local».

La base del túmulo es cuadrangular con una torre, de unos 5 metros de altura, con relieves en sus cuatro caras y unos leones de proporciones naturales adosados en sus esquinas. «Son estas cabezas unas piezas excepcionales de las que no he visto en España parangón en cuanto a estilo, arte y belleza», destacaba Daudén en su relato.

Montaje del monumento de Pozo Moro en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid: Foto: Jesús Robles Moreno

Se conservan algunos fragmentos de relieves de las paredes del monumento, que representan escenas mitológicas. Fuera del monumento se han encontrado también restos de esculturas de guerreros a caballo, cabezas de caballo, pequeñas esfinges, un tritón o monstruo marino, etc.

El monumento está rematado en su parte superior por una incompleta gola y se desconoce si sobre ella habría un techo plano o una construcción más alta piramidal.

Elena Valero
Elena Valero

Periodista especializada en deportes, publicista y asesora de imagen.
Con más de 12 años de experiencia en prensa, radio y televisión.

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