El CD Toledo decidió al final recurrir la tarjeta roja con que fue sancionado su jugador Carlos en el último partido de liga contra el Alcalá. Aunque desde el club se ve casi imposible que le retiren la sanción, se espera reducir en lo posible la misma, máxime cuando el árbitro advierte en el acta que hubo agresión sin estar el balón en juego, en cuyo caso la sanción es superior a los dos partidos.
El árbitro Sanz Terrades redactó en su acta que Carlos fue expulsado «tras ser objeto de falta y haber sido derribado por un adversario (el lateral del Alcalá Julio), revolverse desde el suelo golpeando con su pie el cuerpo del mismo». En tal caso, como la supuestra agresión se habría producido fuera de un lance del juego, la sanción sería superior a los dos partidos.
Carlos, por su parte, aseguró que no hubo agresión en la jugada, que él solo se revolvió contra Julio. Cree que el árbitro no interpretó adecuadamente la jugada y que solo se mereció una tarjeta amarilla.
El club no recurrirá la roja al portero Buyo, ya que no ha lugar (fue por protestar según el árbitro una de sus decisiones).