Un 30 por 100 de crecimiento del balance en un año de convulsiones financieras y, sobre todo, un 2,3 de morosidad en tiempos de impagos y créditos fallidos, son las joyas del balance de Caja Rural CLM, que alcanza ratios de solvencia del 15 por 100, casi el doble del exigido por la ley. La asamblea general acaba de aprobar, por no decir asentir, las cuentas de 2011, satisfecha del funcionamiento de una entidad pequeña, pero sana y muy solvente, que es una de las piezas más deseadas de su sector para hacer fusiones y crecer en buen músculo financiero. Víctor Manuel Martín presume de su decisión más criticada externamente, la apertura de nuevas oficinas mientras el sector financiero las cierra en toda Europa. Es más, la expansión es responsable de una buena parte del crecimiento del balance, porque asegura que «nos han recibido con los brazos abiertos en otras provincias».
Quizás su autodefinición explica los resultados y la personalidad de esta entidad, aferrada a la independencia. «A lo mejor somos como la aldea de irreductibles galos, una mota en medio de un gran imperio, pero resistimos holgadamente». ¿Una confesión de libro de estilo o un aviso a navegantes?
Quizás la lectura de las próximas respuestas les aclare la duda. Forman parte de la entrevista que publicamos íntegra en portada.
La asamblea le acaba de aprobar unas cuentas muy razonables para un año como éste. ¿A qué dato de ese balance le da más importancia como director general?
Me quedo con varios ratios. Uno, la morosidad; yo creo que un ratio de un 2,3 es un dato sensacional, eso es que hemos concedido muy bien el riesgo, que nuestra gente ha actuado muy bien en la política de recobro, que todos han hecho bien su trabajo: desde la red, captando el cliente e informando la operación, hasta los servicios centrales implicados. Otro dato que me quedo es el 15 por 100 de ratio de solvencia, que eso es una auténtica barbaridad en estos tiempos y que muy pocas entidades en este país tienen. Esa es la tranquilidad que nos da en esta casa tener un exceso de recursos propios, doblando casi el mínimo legal exigido. Otros dos datos muy buenos que me quedo son el del crecimiento del balance, prácticamente del 30 por 100, ya que ha pasado de los más de 3.100 millones hasta los 4.065, principalmente dado por el crecimiento de los recursos de clientes en balance, que hemos superado el 12 por 100, hemos crecido prácticamente 350 millones de euros en depósitos de clientes y eso es algo brutal. Pocas entidades pueden presumir de esos números, pero a nosotros no nos gusta sacar pecho en estos tiempos en los que todo el mundo lo está pasando mal, si no practicar la humildad y a trabajar.
A tenor del balance, ¿a qué departamento habría que subir el sueldo?
A ninguno… Ja, ja, ja. Lo que hay que hacer es dar gracias a Dios porque todos los meses cobramos una nómina.
«A LO MEJOR SOMOS COMO LA ALDEA DE LOS IRREDUCTIBLES GALOS, UNA MOTA EN MEDIO DE UN GRAN IMPERIO, PERO RESISTIMOS MUY HOLGADAMENTE»
Para un cliente, ¿cuál es el dato más interesante de ese balance?
La seguridad, la solvencia, la baja morosidad y, sobre todo, que trata con personas que conoce para los que no es un número, sino una persona cercana que sabe escuchar sus problemas. En estos momentos es más importante escuchar que hablar, además tenemos que intentar interpretar bien los problemas para poder concretarlos en operaciones financieras. Aquí, además de técnicamente, intentamos formar a nuestra plantilla en valores, la gente de la Caja tiene principios, ésta es una empresa con alma. A lo mejor somos como la aldea de los irreductibles galos, una mota en medio de un gran imperio, pero vivimos y resistimos muy holgadamente, estamos muy tranquilos.
A una empresa viable que necesita liquidez, ¿le cabe la esperanza si acude a una oficina de esta casa?
Claro que sí. Aquí analizamos igual las operaciones en tiempos de bonanza y de crisis, viabilidad, finalidad y garantías.
¿Cuánto sale por el grifo de la inversión crediticia de la Caja?
En 2011 la inversión crediticia creció prácticamente un 2,5 por 100 y en nuevas operaciones concedimos más de un 16 por 100 más. En lo que va de año estamos creciendo un 1 por 100, eso quiere decir que aquí se están dando operaciones y queremos seguir dando liquidez porque confíamos en los empresarios de la región y en que la gente tiene necesidad de comprarse una casa y nosotros damos hipotecas, ¡que lo lean!
Supongo que la mayoría de las operaciones no son para nuevas inversiones, sino de renovación de otras que no pueden liquidar.
Sí, la mayoría de las operaciones son para liquidez, renovaciones y algunas inversiones, porque todavía hay empresas que están aprovechando la crisis y les está yendo bien. No a todo el mundo le está yendo mal, lo que pasa es que estamos en un estado de depresión colectiva que parece que todo está hundido. Caja Rural no está hundida, al contrario, piensa que vamos a salir, prefiero ser optimista que estar deprimido.
A su competencia, ¿cuál es el dato del balance que más debe preocuparles?
Ninguno. Se deberían preocupar de los suyos, como a mí me preocupan mis datos, no los del vecino. Aunque es cierto hay gente que a lo único que se dedica es a mirar al vecino de al lado, a la política de imitación. Nosotros nos dedicamos a lo nuestro, nos gusta mirar hacia delante, sacar nuevos proyectos, abrir nuevas oficinas, crear nuevos puestos de trabajo con las agencias financieras y creo que la semana que viene vamos a crear 10 o 12 más…
«NOS HAN RECIBIDO CON LOS BRAZOS ABIERTOS EN OTRAS PROVINCIAS»
Ustedes han abierto nuevas oficinas en una época en que se cierran en toda Europa. ¿Ha merecido la pena?
La experiencia ha sido fantástica, era uno de nuestros pilares estratégicos. No hubiéramos sido creíbles cuando cambiamos nuestra denominación social en abril del año 2011 por Caja Rural Castilla-La Mancha si no abríamos en toda la región. Y abrimos cinco oficinas y firmamos ocho agencias. Ahora estamos en las siete oficinas y tenemos otras tres en obras y 29 agencias firmadas, algunas ya operativas. Nos han recibido con los brazos abiertos en otras provincias, porque nos sentimos orgullosos de llevar la espiga y ser rurales y eso también se sabe apreciar en la clientela.
¿Hay resultados a corto de esa decisión? ¿Buenos o malos?
Hay resultados espectaculares, sobre todo en las oficinas de cabecera de las provincias de Cuenca, Albacete y Ciudad Real.
¿Hay a la vista algún producto o estrategia nueva?
Sí. A partir del último cuatrimestre vamos a tener varios productos en planes de pensiones, captación de pasivo y tendremos grandes novedades en lo que son líneas de inversión, sobre todo a nivel de emprendedores, con la línea Emprende, que firmamos con la Federación de Empresarial y la Consejería de Economía y que estoy convencido de que es el mejor instrumento que va a tener cualquier emprendedor para su negocio.
«YO CREO QUE LA COSA PUEDE EMPEZAR A CAMBIAR DE VERDAD ENTRE FINALES DE 2013 Y PRINCIPIOS DE 2014»
¿Su previsión es que la caída de la economía se frena a partir del segundo cuatrimestre o es arriesgado pronosticar con concreción?
Como está esto últimamente… Yo siempre he dicho que en el 2014 vamos a ver la luz, que entre finales de 2013 y principios de 2014, en esos seis meses, la cosa puede empezar a cambiar de verdad.
¿El año 2013 viene mejor, peor o más de lo mismo?
Sinceramente mal, más de lo mismo, pero espero equivocarme; deseo equivocarme.
¿Por qué cree que las asambleas de las cajas rurales de Mota del Cuervo, Casas Ibáñez y Villamalea han votado que no a la fusión con Caja Rural, cuando sus consejos rectores la habían aprobado?
No era una fusión, sino un proyecto de integración en un SIP, que se viene trabajando desde noviembre de 2011. Es un proyecto que se había construido entre las cuatro cajas, voluntariamente, no nos ha obligado nadie ni a nosotros ni a ellos. Los cuatro consejos lo aprobamos y las asambleas deciden y ellos han decidido seguir en solitario y es absolutamente respetable. La decisión de los socios es lo que manda en una caja rural y bendito sea Dios que es así. Por lo tanto, les doy la enhorabuena por la democracia interna que han tenido. Ya dije que si salía bien, bien; y si no, no pasa nada, todo el mundo a seguir trabajando y hacia delante. Son unas entidades fantásticas, sus directores unos profesionales como la copa de un pino y sus consejos rectores, gente buena y profesional, que seguirán haciendo su labor, apoyando el pueblo, financiando la economía local y salvaguardando los ahorros de socios y clientes.
EL NO DE MOTA, VILLAMALEA Y CASAS IBÁÑEZ: «LA HEMEROTECA NO DEJA LUGAR A DUDAS DE QUE HA HABIDO INTERFERENCIAS”
¿Ha habido otras interferencias, en su opinión?
La hemeroteca no deja lugar a dudas. No lo sé. Es cierto que se han dicho algunas informaciones falsas por parte de algunos señores, pero ellos han decidido seguir en solitario, aunque nos hubiera gustado que la operación saliera adelante porque creo que era bueno constituir un grupo cooperativo y haber atraído a más gente. También te digo una cosa, novios no nos faltan. Caja Rural está funcionando como un tiro, vamos a un ritmo brutal. Y no es mérito mío, sino de un equipazo de personas, yo soy el menos importante de la compañía.
Dicen las malas lenguas que la red comercial es la niña mimada del director de esta entidad, porque la conoce como la palma de su mano.
Entre otras cosas porque la Dirección Comercial modernizada la hice yo; por lo tanto, el cariño que yo tengo a la red comercial, que son prácticamente tres cuartos de la plantilla, pues está claro. Pero como director general, aquí no hay enchufado ninguno. Aquí el que no curre, sea cercano o lejano, le fundo los plomos. Aquí venimos todos a trabajar como fieras, con ilusión y cariño y de sol a sol. La gente de la Caja trabaja porque se siente feliz en su empresa, quiere a la caja, porque cuando uno va amargado a su trabajo… Esa es una ventaja que tenemos frente a la competencia, en otras entidades financieras la gente va asustada al trabajo, no está motivada. Aquí van a trabajar como leones. Además, tenemos un balance saneadísimo, no lo digo yo, es una certificación del Banco de España. De hecho, nos están pidiendo ampliación de capital nuestros socios, increíble en estos tiempos.