Medio centenar de delegados de la empresa pública de transformación agraria Tragsa se han manifestado hoy en Toledo para pedir al Gobierno que cese en los despidos contra los trabajadores de esta empresa que «tanto le ha ayudado» y máxime cuando en 2015 ha cerrado con un beneficio de 3,5 millones de euros.
Concentración de trabajadores de Tragsa en Toledo.
En declaraciones a los periodistas, el presidente del Comité Autonómico de Tragsa, Javier Osado, ha criticado que la empresa, tras darle vía libre el Tribunal Supremo, empezó estas navidades, «con nocturnidad y alevosía», a despedir por burofax a trabajadores que llevan hasta 25 años trabajando en la empresa, «cuando el grupo Tragsa tiene trabajo y ha dado siempre beneficios, salvo en 2014».
Osado ha resaltado también la «gran ayuda prestada» al Gobierno por esta empresa, integrada en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), «en muchas crisis», entre ellas la de las vacas locas o el «Prestige», y le ha reprochado que «diga que su objetivo es mejorar el empleo, cuando en Tragsa se está cambiando trabajo fijo y cualificado por temporal y no cualificado».
El presidente del Comité Autonómico de Tragsa ha explicado también que, en la reunión de este órgano celebrada hoy en Toledo, se ha perfilado el calendario de actuaciones para los próximos días, entre ellos una asamblea de trabajadores y otra concentración el próximo día 21 y dos jornadas de huelga el 21 de enero y 3 de febrero.
Además del calendario de movilizaciones, tienen previsto para mañana, martes, una reunión con el vicepresidente del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro, a quien van a pedir su ayuda «para revertir la situación de esta empresa, que da mucho trabajo en Castilla-La Mancha».
Asimismo ha indicado que los trabajadores de Tragsa están «abiertos a cualquier otra negociación», ya que son «conocedores de la situación a nivel nacional y autonómico», por lo que, ha dicho, «no tenemos ningún problema en ajustarnos todos, pero las cosas se hablan entre dos partes, no unilateralmente como hace la empresa».
Osado ha criticado también que, mientras la empresa está despidiendo a trabajadores, está contratando a su vez a otros, en algunas ocasiones a los mismos que despide, «pero con salarios mucho más bajos», ya que al perder la antigüedad les salen mucho más baratos», ha lamentado.
El total de trabajadores de Tragsa despedidos a nivel nacional se eleva a 305 trabajadores, de los que 33 corresponden a Castilla-La Mancha, de una plantilla cercana a medio millar de empleados.
Por provincias, la más perjudicada es Ciudad Real, con 15 trabajadores despedidos, seguida por Toledo, con 9; Albacete, 4, Guadalajara 3 y Cuenca 2.
A la concentración de hoy han asistido, entre otros responsables sindicales, el secretario provincial de CCOO en Toledo, Jesús García Villaraco, y el responsable regional de la Federación de Metal, Construcción y Afines, Carlos Duque.