La compañía danesa Vestas, uno de los principales grupos eólicos mundiales, ha anunciado el ajuste de la capacidad productiva de otra fábrica en Damiel (Ciudad Real), que afectará a 150 de sus 500 trabajadores, y el cese de la producción de su fábrica de Ólvega (Soria), con una plantilla de 96 empleados.
Según ha informado hoy la compañía en un comunicado, esta decisión se produce en el marco del plan de reorganización mundial que está llevando a cabo la compañía para adaptar su capacidad productiva a la demanda futura y que afectará a cerca de 3.735 trabajadores a nivel internacional.
Debido a esta situación, Vestas ha indicado además que no puede garantizar en estos momentos y «con toda seguridad» la renovación de todos los contratos temporales de la fábrica de Villadangos del Páramo (León), que cuenta con una plantilla de 550 empleados, de los cuales menos de un 9 % (unos 50) son trabajadores temporales.
En el caso de España, Vestas ha justificado los ajustes de su tejido productivo por el parón eólico que afecta al mercado español desde hace más de tres años y por la débil demanda local, lo que hace insostenible a largo plazo que el 95 por 100 de la producción en el país se destine a la exportación.
En este contexto, la compañía ha informado ya a la representación legal de los trabajadores de las plantas de Ólvega y Daimiel y a los trabajadores de ambas sobre los procesos que comienzan de reorganización que comienzan hoy.
A partir de este momento, se iniciará el proceso de negociación con la representación legal de los trabajadores, que Vestas confía en que transcurra «de la mejor forma posible y basada en el diálogo».
Tras estudiar diferentes alternativas, la compañía ha decidido parar la producción de la fábrica de Ólvega para hacer frente a las «duras» condiciones del mercado y a unos «altos» costes de producción a fin de conseguir que el negocio vuelva a ser rentable.
La planta de Ólvega se dedica desde 2003 a la fabricación de paneles de control y cuenta en la actualidad con 96 empleados.
Asimismo, Vestas ha acordado reducir la capacidad productiva de Daimiel para mejorar la competitividad y ajustar el 30 por 100 de su plantilla, integrada por más de 500 empleados.
Por su parte, la empresa no prevé un ajuste de la producción en la planta de Viveiro ya que actualmente cuenta con una carga de trabajo estable.
El pasado 12 de enero, Vestas anunció un plan de reorganización mundial que afectaba a 2.335 empleados en todo el mundo. Posteriormente, la compañía intensificó su ajuste a 1.400 empleados adicionales.