martes, 7 de mayo de 2024
02/12/2011junio 14th, 2017

La directora general de la Fundación Horizonte XXII, Ana Isabel López Casero, puntualizaba ante responsables de administraciones, instituciones, asociaciones y agentes sociales que «Castilla-La Mancha tiene muchas potencialidades», simplemente «hay que saber impulsar ciertos cambios».

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La Fundación Horizonte XXII de Globalcaja ha presentado en Toledo su «Horizonte Castilla-La Mancha», una reflexión de la sociedad civil sobre el futuro de la región. Se trata del primer informe que se realiza en una región española sobre la percepción de la situación por parte de la sociedad civil, así como sus propuestas de futuro, para lo que han contado con la participación de 47 expertos de la región de diferentes ámbitos de la sociedad castellano-manchega.

El estudio, que se ha desarrollado durante un año gracias a la colaboración de representantes de muy distintos ámbitos de la sociedad, se dio a conocer a más de un centenar de responsables de administraciones, instituciones, asociaciones y agentes sociales.

Entre los datos que la directora general de la Fundación Horizonte XXII, Ana Isabel López Casero, apuntó las debilidades de la región y destacó que Castilla-La Mancha, que «ha experimentado una evolución muy positiva en los últimos 30 años», no ha conseguido sin embargo acortar distancias respecto a otras regiones de España y de Europa.

Además, la región no interesa a los jóvenes. De hecho, «el 57 por 100 de los jóvenes considera que no es un lugar atractivo para vivir y el 60 por 100 cree que no es un buen sitio para trabajar».

Una debilidad más, los fondos europeos que «nos han servido de gran ayuda para el crecimiento de la economía, pero su reducción y el impacto que ésta pueda tener, genera una gran incertidumbre».

Junto a ello se encuentra el peso de la Administración Pública en la economía regional que «ha lastrado un mayor liderazgo de la iniciativa privada o el desarrollo de mayores niveles de cooperación entre lo público y lo privado.

Afortunadamente hay muchas cosas a favor de Castilla-La Mancha. «Dispone de un conjunto de activos (como las infraestructuras, su patrimonio cultural, sus recursos naturales y una gran extensión con posibilidades para el establecimiento industrial), que presentan amplios márgenes de explotación y puesta en valor, y que jugarán un papel clave de futuro».

López Casero considera, en base al informe, que «Castilla-la mancha tiene muchas potencialidades», simplemente «hay que saber impulsar ciertos cambios». De ahí que en el informe se apunten seis metas que hay que conseguir. La fórmula para alcanzarlas es a través de «un pacto autonómico, un pacto que esté por encima de gobiernos y de procesos electorales» para llegar a buen puerto.

Los retos son: Conseguir que Castilla-La Mancha sea una región competitiva y sostenible, consolidar el tejido empresarial existente y apostar definitivamente por el emprendimiento, apostar por el desarrollo del talento como herramienta clave del futuro de Castilla-La Mancha, repensar la marca-región exterior e interior, fomentar una mayor participación de la sociedad y generar una nueva fase en la gestión pública.

Ana Isabel López Casero estuvo acompañada en la presentación del informe por el presidente de Globalcaja, Luis Díaz Zarco, y el consejero de Presidencia, Jesús Labrador.

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