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07/12/2011junio 14th, 2017

No conozco a nadie que haya hablado mal de Quique de la Rosa. Absolutamente nadie. Y eso que ya tiene 48 años. Nacido en La Puebla de Montalbán, vivió también (por el trabajo de su padre en el extinto Banco Central) por Escalonilla y Getafe, donde junto a su hermano Miguel Ángel (éste, más revoltoso) estuvieron ocho años internos en los Escolapios. Y de ahí a Toledo.
Le gusta que le llamen maestro antes que profesor y nada más terminar Magisterio dio clases en Divina Pastora y en las Terciarias, en la capital regional. Más tarde conseguiría aprobar la oposición y se fue a Burujón, al colegio Juan XXIII, donde estuvo 12 años, «casi lo mejor de mi vida», recuerda. Y su plaza, cuando deje de ser liberado sindical por el CSI-F, está en el colegio Santa Teresa, en Toledo.
En una primera etapa sindical llegó a arrasar en las elecciones del sector Enseñanza, pasando CSI-F de dos a siete liberados. Era 2005 y hasta su presidente nacional le llamó para saber cómo lo había hecho. Él respondió como le caracteriza: «Fue un trabajo de equipo, no de una persona sola». Luego se marchó. Hasta que se comprometió con su actual presidente, Mario Gutiérrez, de quien habla maravillas, y hasta hoy. Le encanta ver todo tipo de deportes, está enganchado a ellos…

Como maestro que es, ¿dónde se está mejor: dentro o fuera del aula?


Dentro. Y si es, como en mis inicios, en un pueblecito que se llama Burujón, mejor. Maestro de pueblo. Así me considero.

¿El comportamiento de los estudiantes es ahora mejor que antes o…?

Creo que no. Antes había más respeto al maestro, por parte de los padres había otro significado de atención Y… ¡Se nota mucha diferencia! Que luego hay leyes sí, pero… La educación viene desde la familia, y luego la escuela, el instituto…

¿Ha tenido algún incidente grave en el aula?

Grave, grave… Gracias a Dios, no. Sí es cierto que siempre me toca ser el intermediario, moderador o pacificador de conflictos concretos, como en el caso que me sucedió una vez, el de un alumno que tiró una piedra a una profesora y si no la dicen en el recreo ¡agáchate!, la mata. Tienes que hacer de mediador entre la familia, el profesorado, luego viene el expediente, el consejo escolar…

CSI-F significa que es un sindicato de derechas o eso es un mito.

Pues no lo sé, se lo tienes que preguntar a la cabeza del sindicato en esta región. Solo soy una mera pieza dentro del sector de enseñanza. Desde una ejecutiva territorial nos marcan lo que hay que hacer y lo que no. Sí te puedo decir que desde que está Mario Gutiérrez de presidente de Enseñanza CSI-F la independencia, y lo puedo constatar, es la máxima que ha habido en este sindicato en el sector de enseñanza.

¿Qué da más cornadas: la política o los toros?

¡Es que no entiendo de política! Tengo una gran afición a los toros, pero de política… Cada vez entiendo menos.

¿Le hubiera gustado ser torero?

Torero no; mozo de espadas, siempre. Es la mano derecha del torero, quien está pendiente de todo. ¿De quién? Admiro mucho, y lo estoy descubriendo ahora con una lectura que antes no hacíamos, a Luis Miguel Dominguín, a Domingo Ortega… Y de los de ahora, el que se está saliendo es José María Manzanares, aunque sigo siendo de Enrique Ponce. Ja, ja, ja…

Explíqueme cómo un señor que vive en el centro de España es simpatizante… ¡Del Valencia CF!

Circunstancias de la vida. Veraneábamos en Alicante, en la residencia del Banco Central, y allí me hice aficionado. Y mi jugador preferido del Valencia era Mario Alberto Kempes. En uno de esos veranos, viendo el Mundial de Argentina, solo había tres personas viéndolo a las tres de la madrugada: dos niños de 8 y 6 años, que éramos mi hermano Miguel Ángel y yo; y mi padre.

¿Se ha puesto alguna vez delante de un toro?

Ayudando en las tareas típicas de curas, de herraderos, sí. ¡Pero delante con una capa no! Solo me atrevo con un mansito que no tenga… No, los tengo mucho respeto.

¿Mourinho sí o Mourinho no?

A mí no me gusta. No soy del Real Madrid, pero el Madrid es un club con grandeza, ha tenido entrenadores de prestigio y de tanta calidad como Mourinho y no ha hecho falta subirse a hombros de un jugador como hizo el otro día. En eso Guardiola le da dos lecciones de educación. No sé si será deformación profesional, pero la educación está por delante de que uno sea el mejor entrenador o no.

¿Está de acuerdo con la pena de muerte?

No.

¿Milita en alguna ONG o asociación?

Soy fundador de una asociación deportiva de fútbol y pertenezco al Círculo Taurino Dinastía Bienvenida…

Sin trabajo ni prestación, ¿qué haría para comer?

Todo lo que estuviera hecho de forma correctamente. ¿Sin trabajo? Pues me moriría de hambre.

¿Prohibiría la prostitución?

No.

¿Cuál fue su primer sueldo y en qué se lo gastó?

Como monitor en un programa educativo que se llamaba «Vacaciones escolares» y fuimos a Heras (Santander). No sé si serían 30.000 pesetas y me lo gasté en libros.

¿Qué personaje histórico le gustaría ser?

Últimamente me está gustando, porque no me imaginaba que fuera así, Winston Churchill. No solo su faceta política, sino literaria.

¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.

Con pijama siempre. En verano y en invierno. Y con mi esposa, que se llama Montse. Ja, ja, ja…

¿Qué libro está leyendo?

Me llamó la atención que en la presentación de encastillalamancha.es se hablara de un libro de Chaves Nogales, «A sangre y fuego». Leí «Belmonte», y me di cuenta de lo bien que escribía.

¿En qué película le hubiera gustado actuar?

En «Gladiator», salvando al protagonista. Yo de mano derecha del protagonista, para salvarle.

Cuando va al fútbol, ¿insulta al árbitro o a los rivales?

No he insultado a nadie. Algún grito de ánimo sí, pero siempre sin insultar. Jamás.

¿Qué programas del corazón ve?

Ninguno. Veo muy poca televisión últimamente.

¿Su mayor travesura?

De pequeño he sido muy travieso. Mucho, mucho… Un día me subí a un tejado y… Y en otra ocasión, que me ha quedado para toda la vida porque tengo deformes tres dedos, me quise subir no encima del armario de la televisión, sino en la misma televisión. Y se me cayó todo encima.

¿Cuál es la mayor multa que le han puesto?

Por velocidad. Toledo-Villaseca. A 160 kilómetros por hora. Pero lo puedo explicar. Se perdió un torero, José Luis Galloso, que era ponente en las jornadas taurinas de Villaseca, y para que estuviera a tiempo tuve que ir a por él y… Llegamos a tiempo, pero me sacaron una foto. La multa fueron unos 300 euros.

Defínase: ¿de izquierdas, de derechas o de centro?

Yo soy conservador.

¿Cree que el tamaño importa?

Yo creo que no. No, no, no…

¿El juego del parchís es cosa de hombres? Ya sabe aquello de que generalmente se comen una y cuentan 20.

Creo que no, juegan tanto las mujeres como los hombres.

¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?

Pues no, porque lo he hecho normalmente en sitios normales.

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