La Fiscalía ha rebajado de 25 a 15 años la petición de pena de prisión para el hombre de 24 años acusado de asesinar a puñaladas al hombre con el que convivía en Yeles (Toledo), y la defensa se ha mostrado conforme y ha hecho suya la modificación del fiscal.
Los agentes confirman que el acusado reconoció «haberse asegurado» de matar a la víctima
Así se ha puesto de relieve al concluir la segunda jornada del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Toledo en la que han testificado dos vecinas, varios agentes de Guardia Civil y Policía Local y los forenses, y tras la que queda pendiente la presentación de los informes finales y la entrega del objeto del veredicto al jurado para su deliberación.
La Fiscalía retira la calificación de ensañamiento
Según ha manifestado el ministerio fiscal tras la declaración de los testigos, han decidido retirar el ensañamiento de la calificación del delito de asesinato, aunque mantiene que concurre la alevosía, y ha avanzado que quedará explicado en la presentación de su informe en la jornada del miércoles.
Asimismo, ha incluido la atenuante de confesión de los hechos por parte del acusado, que al llegar la Policía Local y la Guardia Civil reconoció los hechos, como también hizo en la primera jornada del juicio en la que explicó su acción asegurando que el fallecido había amenazado con matar a su familia en Colombia, de donde ambos eran naturales.
Después de que el fiscal haya expuesto las modificaciones que concretará en las conclusiones finales la defensa se ha adherido a las mismas, a expensas de que el acusado pueda ejercer su derecho a la última palabra.
El acusado de matar a un hombre en Yeles reconoce que lo hizo porque «amenazaba a su familia»
El acusado confesó el crimen
Durante la segunda jornada del juicio los policías y guardias civiles que han testificado han confirmado que el acusado admitió que se «había asegurado» de matar a su víctima, que en un primer momento estaba «muy nervioso y llorando» y que luego pasaba «de la euforia al llanto».
Uno de los agentes de la Guardia Civil ha aseverado que cuando le preguntó su nombre, el acusado le respondió que era «Daniel; luego escupió sobre el cadáver y añadió: ‘el Travieso».
Por su parte, las vecinas han apuntado que escucharon una fuerte discusión en el domicilio, y que una de las voces, «que hablaba más alto, como regañando», era la del fallecido mientras que la otra voz «lloraba».
Durante la vista oral se ha referido que la pelea se desató cuando el fallecido amenazó con matar a la familia del acusado si éste no le explicaba cómo ‘cocinar’ la droga conocida como ‘cocaína rosa’ o ‘tusi’, y que tras acometerse en el rellano, donde el mayor resultó herido, el procesado le arrastró hasta la vivienda donde acabó con su vida tras propinarle hasta 28 puñaladas.
En total, según los forenses, el fallecido tenía 50 heridas, la mayoría de las cuales eran incisiones.