Castilla-La Mancha impulsará un nuevo Plan de Depuración con horizonte en 2022 que conllevará la creación de 5.000 puesto de trabajo en Castilla-La Mancha. Así lo ha adelantado el presidente regional, Emiliano García-Page, quien ha asegurado que el plan proporcionará «movimiento económico y riqueza».
Page ha afirmado que esta acción se debe al «deber moral» de la limpieza de las aguas residuales. El adelanto lo ha realizado en la inauguración de la nueva estación de depuración de «La Sagra Baja», que prestará servicio a los municipios toledanos de Bargas, Cabañas de la Sagra, Magán, Mocejón, Olías del Rey y Villaseca de la Sagra. Un acto en el que García-Page ha estado acompañado, además de por los alcaldes de estos municipios, por la consejera de Fomento, Agustina García Élez; el presidente de la Diputación provincial de Toledo, Álvaro Gutiérrez; y el presidente de la mancomunidad de municipios de La Sagra Baja y alcalde de Yuncler, Luis Miguel Martín.
El presidente regional también ha destacado que, con el nuevo Plan de Depuración, Castilla-La Mancha se alineará con los objetivos medioambientales de la Unión Europea, lo que facilitará el acceso a fondos específicos en la materia. En este sentido, el presidente ha señalado que la paralización de hasta 157 infraestructuras en la anterior legislatura estuvo a punto de hacer que CLM perdiese las aportaciones económicas de la Unión Europea en esta materia, tal y como señala el Gobierno regional en un comunicado de prensa.
Page quiere que se cambie el modelo de confederaciones hidrográficas
El presidente de Castilla-La Mancha ha expresado su deseo de que el nuevo Gobierno de España aborde una modificación en el modelo de gestión de las confederaciones hidrográficas y ha reclamado un mayor peso de las comunidades autónomas y las entidades locales en estos órganos de gestión.
«Son probablemente las instituciones del Estado que están más acostumbradas a trabajar de espaldas a la administración local y las comunidades autónomas», a pesar de que cuentan «con importantísimas competencias» en materia de agua, ha lamentado el presidente.
En este punto, García-Page ha defendido el mantenimiento de la «unidad de cuenca» aunque, al mismo tiempo, ha recalcado que «parece razonable que, todos los que tenemos competencias y dependemos» de las decisiones que toman las confederaciones hidrográficas, «formemos parte del día a día de la gestión del agua».