Castilla-La Mancha cuenta con un total de 18 estaciones de calidad del aire cuya red, gestionada por la Consejería de Desarrollo Sostenible, refleja un aire en general bueno salvo excepciones en Guadalajara y Puertollano (Ciudad Real).
Así lo ha detallado el director general de Calidad Ambiental, Tomás Villarrubia, junto a la técnica de la red, Julia Jiménez en una rueda de prensa este miércoles en la estación de medición de calidad del aire de Toledo, ubicada en el Salto del Caballo.
Villarrubia ha detallado que son 18 estaciones las que conforman la red de calidad del aire y que transmiten todos los datos a Consejería de Desarrollo Sostenible, así como ha precisado que el 1 de agosto se ha publicado el informe anual de 2024 sobre la calidad del aire en la región que sostiene que el aire es bueno en general, salvo excepciones puntuales en Guadalajara, influenciada por Madrid, y Puertollano (Ciudad Real), debido a su actividad industrial.
Asimismo, ha indicado que el objeto fundamental de esta red es facilitar la vida y el bienestar a los ciudadanos de la región, porque aunque parezca que no es importante medir la calidad del aire, «es fundamental para las personas que padecen enfermedades respiratorias».
En la misma línea, ha dicho que esta red necesita un mantenimiento y se lleva a cabo por una empresa especializada que, en estos momentos, está en fase de adjudicación del contrato que cuenta con un importe de 540.000 euros y una duración de dos años, prorrogable a cinco años por 1,4 millones de euros.
Detectan las cenizas de los incendios
Por otro lado, a preguntas de los periodistas respecto a cómo afecta el fuego al aire, Villarrubia ha resaltado que las cenizas generadas por incendios están en suspensión y contienen partículas extremadamente pequeñas que, sin embargo, son detectables por las estaciones de calidad del aire.
En relación al aviso de una masa sahariana y a los incendios recientes, el director general de Calidad Ambiental ha subrayado que elevan los niveles de partículas en el aire, por lo que se mantiene vigente la alerta ambiental.
Además, ha apostillado que las corrientes térmicas generadas por los fuegos contribuyen a la dispersión de cenizas, por lo que se recomienda limitar actividades físicas, sobre todo para personas vulnerables, y tomar precauciones para reducir la exposición a este material.