Ahora que llega el calor, que en pleno cambio climático ya es tórrido, cuando las denominadas olas de calor se suceden sin solución de continuidad, fijarse en cinco pueblos de Castilla-La Mancha ideales para esquivarlo por sus especiales condiciones naturales, resulta una actividad muy recomendable y práctica.
Según ‘National Geographic’, estos son cinco lugares, cinco enclaves ideales para intentar escapar, al menos intentarlo, de los extremos rigores de la canícula.
Corduente
Esta breve pero refrescante ruta empieza en Corduente (Guadalajara), en la comarca del Señorío de Molina, en el este de la provincia. En este pueblo destaca el Castillo de Santiuste, levantado por Juan Ruíz de Molina en 1434, a modo de enorme palacio torreado, restaurado por sus propietarios.
Desde 1981 se conoce el yacimiento de romano de las Casutillas, que ha proporcionado cerámica de terra sigilata, un grupo de habitaciones de planta circular y una estancia mayor con pavimento de mosaico bien conservado, fechado en época de Augusto y Tiberio.
Corduente tiene una temperatura media de 24 grados y sus veranos son cortos.
Destaca el Castillo de Santiuste, levantado por Juan Ruiz de Molina en 1434, a modo de enorme palacio torreado, restaurado por sus propietarios. Desde 1981 se conoce el yacimiento de romano de las Casutillas, que ha proporcionado cerámica de terra sigilata, un grupo de habitaciones de planta circular y una estancia mayor con pavimento de mosaico bien conservado, fechado en época de Augusto y Tiberio.
Su término forma parte del Parque Natural del Alto Tajo, con el acondicionamiento de la Dehesa. En el río Gallo se encuentra uno e los paisajes mas bellos de la provinica: el Barranco de la Hoz, una garganta labrada por el río, con sorprendentes formaciones rocosas, como la Tinaja, El huso y la Cobertera y rodeada de pinos y álamos.
Checa
La segunda parada en la ruta es Checa (Guadalajara), donde la temperatura media es de 21 grados y los veranos también son cortos.
Checa, un tesoro natural, histórico y etnográfico en el corazón del Parque Natural del Alto Tajo, se sitúa a una altitud de 1.363 metros sobre el nivel del mar y ocupa una extensión de 189,78 kilómetros cuadrados. El río Genitoris parte a la población de Checa en dos barrios, y está cruzado por cinco puentes de piedras.
El Museo de la Trashumancia se ubica en el edificio de las “Antiguas Escuelas”. Es un interesante centro de interpretación, un espacio temático que muestra cómo era la vida tradicional de los ganaderos y la trashumancia, así como varios aspectos de la vida natural y cotidiana de los habitantes de la zona.
En los espacios destinados a eras y pajares, al este de Checa, quedan buenos ejemplos de era cubierta con guijarros que forman motivos geométricos. Por otra parte, los pajares de la sierra, en torno a un centenar, están dispersos por toda la sierra. Son auténticas casas de labranza, donde muchos checanos habitaban desde mayo a septiembre.
Destacan sus plazas presididas por notables edificios y casonas formando un llamativo conjunto arquitectónico: la Plaza de Don Lorenzo Arrazola (con el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVII) y la casa de Los Pelegrines.
Peralejo de las Truchas
Que Peralejo de las Truchas (Guadalajara) es un municipio mundialmente conocido por su pasión por Bruce Springsteen es de sobra conocido, pero también destaca por sus condiciones innatas para desafiar al calor. Su temperatura media es de 20 grados.
El terreno es montañoso y situado a bastante altitud, siendo los inviernos fríos y los veranos agradables, sin agobios nocturnos. Más de la mitad de la superficie es bosque, principalmente pinares de pino silvestre.
Los valles y montañas de Peralejos de las truchas poseen una gran riqueza florística, las diferentes altitudes y los variados ambientes de clima hacen que exista un gran número de especies vegetales y un importante número de especies endémicas, es decir únicas en el mundo.
Peralejos de las Truchas se sitúa entre densos bosques de pinos y los cañones rocosos del río Tajo. En su entorno, de una grandiosa riqueza medioambiental, encontramos el afamado Puente de Martinete, que sirve de línea limítrofe entre las provincias de Cuenca y Guadalajara.
Tres ríos bañan su término, el río Tajo, el río de la Hoz Seca y el río Cabrillas, donde existen farallones con escarpes verticales de más de 100 metros.
Cabe destacar el gran desnivel que existe en su término municipal: el punto más bajo es de unos 1.080 metros y el más alto de 1.701 metros sobre el nivel del mar, lo que influye en su gran variedad paisajística.
Peralejos de las Truchas logra 200.000 apoyos a Bruce Springsteen para el Princesa de Asturias
Villel de Mesa
Le llega el turno a Villel de Mesa (Guadalajara), cuya temperatura media es de 22 grados.
Un pequeño arco romano sitúa en la plaza apenas llegar. La plaza de Villel está dedicada al doctor Pedro Gómez Fernández, un médico de Madrid que ha sido para muchos de sus vecinos algo así cormo el padre del pueblo. La plaza es, además, parque y jardín, pues, en todo tiempo, y más todavía cuando se deja sentir la primavera, se convierte en un vergel envidiable. Al lado del arco crecen en permanente actitud de desmayo los sauces, alternando con los abetos, el boj y los rosales.
En medio de una leve pasarela se luce bajo los sauces una bonita fuente o surtidor en forma de tarta nupcial. De cara a la plaza y en lugar preferente, se levanta sobre su columna de granito pulido el busto que el pueblo dedicó en su día al citado galeno benefactor Pedro Gómez. Al otro lado de la carretera las huertas son regadas, cada una en su parcela correspondiente, por los ríos Pequeño y Cavero.
Villel de Mesa, un oasis entre tanto calor.
Orea
Se termina esta breve huida de los rigores del verano con Orea (Guadalajara), el pueblo más alto de la provincia (1.499 metros), rodeado de frondosos pinares; su temperatura media es de 21 grados.
Situado en el sureste del Parque Natural, Orea es un pequeño pueblo serrano enclavado en un paraje natural de valor excepcional. Su ubicación entre la Sierra de Albarracín y los Montes Universales hacen de sus veranos los más frescos de todo el Alto Tajo.
Sus increíbles bosques, enormes ríos de piedra, turberas activas, lagunas saladas y caprichosas formas labradas por la erosión son solo unos pocos ejemplos de todo lo que ofrece Orea.
La zona está rodeada de numerosos emplazamientos naturales para el disfrute de actividades senderistas, excursionismo, etc., con parajes esculpidos de prados, sotos y densos pinares. Entre sus recursos monumentales resalta la Iglesia de la Asunción, del siglo XVII. En su arquitectura civil es muy conocida la llamada Casa Grande, típica casona molinesa de planta cuadrada, con su tradicional escudo de armas sobre la puerta de entrada; es igualmente muy popular el Pairón de las Animas, de época barroca.
Orea: una escapada del verano extremo.
