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viernes, 26 de abril de 2024
Prismáticos de un economista - 19 octubre 2021 - Toledo
Vicente del Río Vicente del Río

Las personas

A la hora de valorar el riesgo a asumir en el mundo del ahorro y la inversión, se etiqueta a las personas con un perfil conservador, moderado o agresivo. Esta asignación es un punto de partida en la relación inicial, tanto para el asesor o vendedor como para el inversor. No deja de ser una referencia a priori, ya que al final cada persona es un mundo. Los miedos y emociones, la formación financiera, las preferencias, la influencia de las modas o el horizonte temporal de cada cual acaban condicionando los planteamientos de ahorro e inversión. Como premisa básica, todo lo anterior  está supeditado a las realidad económica personal: el conjunto de flujos monetarios (ingresos menos pagos) y el patrimonio neto (los activos menos las deudas).

El dinero y los activos

Se invierte o se ahorra en activos. Se puede hacer de forma directa comprando un activo (acciones o bonos por ejemplo), o bien de forma indirecta a través de un producto financiero (depósito, fondo de inversión, planes de pensiones…). Son estos últimos los que invierten en los activos en cuestión.


El dinero emitido y respaldado por el Banco Central es el gran intercambiador, la llave maestra para acceder (comprar) a cualquier tipo de activos o bienes necesarios para vivir. Las situaciones de inflación descontrolada dañan sobremanera su poder adquisitivo.

Una clasificación de los activos, deteniéndonos en algunas características de los depósitos, la renta fija y la renta variable:

  • Los depósitos: Estamos «prestando» el dinero a la entidad que lo gestiona y nos lo guarda. En la actualidad la política monetaria de tipos bajos y compra de deuda por parte del BCE, hacen que su rentabilidad sea casi inexistente o nula. La inflación minora el valor de los ahorros si es superior al tipo de interés que nos pagan por nuestro depósito.
  • La renta fija: Deuda pública o privada. Entregamos dinero para financiar al emisor del título, a cambio de una rentabilidad determinada si lo mantenemos hasta el vencimiento. ¿Y qué ocurre si vendo mí título antes del vencimiento? Supongamos que tengo un título de 1000 euros con una rentabilidad del 2% y sube el tipo de interés de mercado al 3%. Si quiero venderlo en el mercado secundario, el comprador me pagará menos de los 1000 euros por mi título del 2% (ya que en el mercado encontraría por 1000 euros títulos como el mío al 3%). En caso contrario, si el tipo de mercado baja al 1%, el comprador pagará más por mi título en el mercado secundario al ser mejor tener un título al 2%.
  • Renta variable: Las acciones de una empresa, la inversión en bolsa. La rentabilidad (el pago de dividendos) no está predeterminada, está en función de los beneficios y de la política de reparto de los mismos. El precio de venta de las acciones compradas puede ser mayor o menor que el precio de compra. Conviene prestar atención a la volatilidad (oscilaciones del precio), a los sectores en crecimiento, a los valores infravalorados o a las tendencias de inversión.
  • Inmuebles y terrenos. Materias primas. Oro y otros metales. Activos digitales como las criptomonedas. Activos intangibles como la propiedad industrial, los derechos de autor… En definitiva, cualquier activo tangible o intangible que reporte rentabilidad o provecho a los poseedores de los mismos.

Si quieres consultar más artículos del autor, entra en su blog: vicentedelrio.com

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