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02/02/2017junio 6th, 2017
Agustín Yanel Agustín Yanel

Al ex director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, amigo personal de Mariano Rajoy desde hace años, le ha tocado la lotería sin haber comprado ningún décimo: la empresa Red Eléctrica de España (REE) le ha nombrado consejero externo independiente, con un salario que puede llegar a los 175.000 euros anuales. Es una decisión legal, sí, pero no es ética.

Lo que se conoce como puertas giratorias de la política, esas que con tanta frecuencia permiten que una persona pase de un cargo político a ocupar un puesto bien remunerado en una gran empresa, ha vuelto a funcionar con rapidez. Fernández de Mesa fue destituido al frente de la Guardia Civil el pasado 16 de diciembre y ya tiene trabajo: ha estado parado solamente un mes y medio, algo que envidiarán las más de 3.700.000 personas que están inscritas en las oficinas públicas de empleo, después de que en enero haya aumentado el paro en 57.257 personas. También lo envidiarán otro millón de parados que no están en las listas de esas oficinas.


¿UNA DECISIÓN SOLO DE LA EMPRESA?

El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, al ser preguntado por los periodistas ha echado balones fuera y ha dicho que es «una decisión empresarial». Se le ha olvidado decir, o no ha querido decirlo, que REE es una empresa semipública porque el Estado es el accionista mayoritario en ella, con una participación del 20 por 100 de su capital. Se dedica a la construcción y gestión de las redes eléctricas y a garantizar la seguridad y continuidad en el suministro. Hay quien no se cree que haya sido una decisión solo de la empresa, sin la intervención del presidente del Gobierno y amigo del nuevo consejero, siendo el Estado es el accionista mayoritario.

La empresa justifica este nombramiento en «su experiencia y conocimientos en materia de seguridad integral». No se sabe si REE se refiere a que Fernández de Mesa fue concejal de seguridad en el Ayuntamiento de Ferrol (La Coruña) en 1983, cuando inició una carrera política que le ha llevado a ser diputado del PP durante más de 20 años.

UNA GESTIÓN MUY POLÉMICA

La gestión de Fernández de Mesa al frente de la Guardia Civil ha sido muy polémica y los partidos de la oposición han pedido varias veces que fuera destituido. También fueron muy polémicas las afirmaciones que hizo en 2002, a propósito de la catástrofe ecológica que provocó el hundimiento del buque petrolero Prestige, cuando él era delegado del Gobierno en Galicia.

«Probablemente el fuel no toque la costa gallega», afirmó de manera temeraria, pero el fuel inundó las playas y provocó una oleada de solidaridad en toda España, que llevó a miles de voluntarios a aquellas costas para recoger el chapapote que ennegrecía la arena.

La Audiencia Provincial de La Coruña dijo en la sentencia que Fernández de Mesa llevó a cabo una «tarea de coordinación difusa y confusa». Pero ni esas ni otras polémicas que han salpicado sus cinco años al frente de la Guardia Civil han frenado a la empresa REE o al Gobierno -recordemos: el Estado es el accionista mayoritario- para no aprobar un nombramiento que, aunque sea legal, es éticamente muy feo.

En marzo de 2012, Red Eléctrica de España nombró consejero al empresario Ignacio López del Hierro, esposo de María Dolores de Cospedal. Se armó tal polémica que él renunció unos días después para no perjudicar a su mujer, según dijo. Otras fuentes afirman que Moncloa presionó para que renunciara.

LOS PROBLEMAS INTERNOS DE LOS PARTIDOS

Ahora también ha habido polémica y declaraciones críticas de los líderes de la oposición, pero menos. Los principales partidos políticos están tan dedicados a sus problemas internos -en el caso de PSOE y Podemos, más que problemas son auténticos enfrentamientos y divisiones- que no han dedicado demasiado tiempo al nombramiento de Fernández de Mesa.

Red Eléctrica de España es un buen ejemplo del funcionamiento de las puertas giratorias en la política. Sin dudar de los conocimientos que pueda tener cada uno de sus cargos ni de que reúnan los requisitos legales necesarios para ocuparlos, es llamativo el elevado porcentaje de expolíticos que hay en su Consejo de Administración.

Su presidente, José Folgado Blanco, fue secretario de Estado de Economía con José María Aznar. Entre sus 10 consejeros están Santiago Lanzuela, ex presidente de la Diputación General de Aragón con el PP; Ángeles Amador, ex ministra de Sanidad con Felipe González, y ahora Arsenio Fernández de Mesa, también del PP. REE se ha convertido en un buen refugio para políticos en paro, que cobran un suculento sueldo por asistir a una docena de reuniones al año… y aportar sus consejos a la empresa, eso sí.

Cada cierto tiempo, cuando saltan a la luz pública casos como éste, todos los partidos critican esta práctica y dicen que hay que regularlo. Pero no lo hacen: los grandes partidos, que son los que tienen votos suficientes para resolver el problema, están demasiado ocupados en sus peleas internas y se limitan a criticarlo en declaraciones a los periodistas. Por eso no sorprende que muchos ciudadanos vean en estos casos a políticos que son «enchufados» en grandes empresas. Como diría un personaje de Forges: «País».

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