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Nacha Guevara, Pascua Ortega, Roberto Torreta, Carmen Echevarría, Enrique Monereo, Tomás Alía… La ocasión lo merecía, porque Pepita Alía es, desde hace muchos años, una lagarterana universal. No en vano, la difusión y la certificación de las labores de Lagartera (Toledo) han sido los grandes objetivos de su vida.
De ahí el homenaje que le ofreció el ayuntamiento de su localidad, el viernes 31 de mayo, en el Museo Municipal Marcial Moreno Pascual. Además de los rostros conocidos que les hemos enumerado al principio, estuvieron también la senadora y portavoz del PP de Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos; el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Jou; el vicepresidente de la Diputación de Toledo, Jaime Ramos; el director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Rafael Ramírez de Arellano; o Ana Rodríguez.
Y tanto la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal; como la Casa Real, enviaron sendas misivas de felicitación.
La resolución decía lo siguiente: «El pueblo de Lagartera, por resolución de su Alcaldía de 30 de abril de 2013, otorga reconocimiento honorífico a doña Pepita Alía Chico, académica y maestra artesana, como homenaje por su incesante trabajo en la creación y difusión de las labores de Lgartera».
Acompañada por sus hijos, Pepita vivió una jornada muy emotiva. Nacida en la localidad el 27 de agosto de 1930, fue su propia madre quien la inició en la elaboración y difusión de las labores lagarteranas. Con el tiempo, investigó el origen de los famosos bordados y creó nuevas labores basadas en la reelaboración de los estilos clásicos. Y a fe que lo consiguió, pues su obra y, por ende, Lagartera, es conocida en varias Casas Reales.
De hecho, ha sido distinguida por las residencias reales de Zarzuela, Buckinhgan o La Haya, ha recibido premios nacionales, es miembro de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, tiene el premio al diseño artesano, placa al reconocimiento al mérito regional, es maestra artesana, realizó uno de los regalos de boda para los Príncipes de Asturias, realizó una mantelería (por encargo de Tabacalera Española) para la Reina de Inglaterra y para Margaret Thatcher; y con motivo de la beatificación de sor María Jesús representó a Lagartera ante el Papa Pablo VI.