viernes, 17 de mayo de 2024
Hubo un herido de bala 20/05/2014junio 9th, 2017

El acuerdo de conformidad alcanzando hoy entre los acusados, el fiscal y la defensa ha evitado que se celebre el juicio a dos miembros de una familia gitana, acusados por la fiscalía de herir a balazos a otro, por disputas familiares, en enero de 2013 en Ciudad Real.

El acuerdo ha evitado que la Audiencia provincial juzgue a los principales acusados de estas familias, los Cádiz y los Flores, que se enfrentaron a tiros en una conocida barriada de Ciudad Real, según han informado a Efe fuentes judiciales.


Para los principales acusados, el padre de la familia, José C.C., de 60 años, y su hijo Ramón C.C., de 28 años, la fiscalía ha pedido una pena de diez años y medio de prisión, ocho por intento de homicidio y dos años y seis meses por tenencia ilícita de armas, en total, veintiún años de cárcel para cada uno.

A ambos se les consideraba presuntos autores de los disparos que hirieron de gravedad a Julián F.H., cuando este circulaba en un coche por la calle Atalaya del barrio del Pio XII en Ciudad Real.

Según el escrito de la fiscalía, los hechos tuvieron lugar como consecuencia de un ajuste de cuentas entre las dos familias gitanas que pleiteaban por la custodia de unas niñas, hijas de Ramón, y una mujer del clan de los Flores.

Junto a José C.C. y su hijo Ramón C.C., también se debía juzgar por cómplices del tiroteo a A.J. y M.C.C., hijos del principal acusado, para quienes la fiscalía pedía tres años y medio de prisión.

En el escrito inicial de la fiscalía se daba por probado que el 17 de enero, sobre las seis, Ramón C.C. regresó a su casa en el barrio de San Martín de Porres tras enfrentarse con familiares de su exmujer, cogió una pistola marca Star del calibre 9 de la que no tiene licencia y se la entregó a su padre, José C.R. con el fin de para darles una lección a los Flores.

A esta acción se sumaron dos de sus hermanos, que se montaron en un vehículo BMW con el que iniciaron la persecución de otro coche en el que iban otros cuatro miembros de la familia rival.

Cuando circulaban por Pío XII, a la altura de la calle Atalaya o por esa zona, el coche de los Cádiz se puso a la altura del otro, momento en el cual el padre, José C.R. efectuó dos disparos con la pistola que alcanzaron a Julián F.H., que conducía el otro vehículo.

Una vez alcanzado el acuerdo, será ahora la Audiencia Provincial de Ciudad Real la que habrá de dictar sentencia y establecer las penas que deberán cumplir cada uno de los acusados e implicados en el caso.

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