Los peritos forenses han declarado este jueves que los acusados en el juicio por el triple asesinato de una familia, los padres y la hija, en su vivienda de Chiloeches (Guadalajara) en abril de 2024 sabían lo que hacían ya que tenían sus capacidades cognitivas y volitivas íntegras.
Así lo han señalado durante su declaración en la cuarta vista del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Guadalajara, donde han continuado las pruebas periciales con declaración de guardias civiles y peritos forenses y psicólogos que intervinieron en la investigación. Las víctimas de los hechos que están siendo juzgados son un matrimonio de 52 años y su hija de 22 años.
Los peritos que realizaron el informe psicológico de los acusados han afirmado que todos los acusados sabían lo que hacían en el momento de los hechos.
En cuanto al acusado principal, por los asesinatos, la perito que lo examinó hasta en tres ocasiones ha relatado que le informó de que consumía drogas y que el día de su detención fue el último en hacerlo si bien ella le entrevistó apenas dos días después y no presentaba ningún síntoma de abstinencia respondiendo de forma “educada, correcto y colaborador en todo momento”.
También ha dicho que no le constaba ningún tipo de tratamiento psicológico, psiquiátrico ni por conductas adictivas y si bien tiene hábitos tóxicos considera que tenía sus capacidades cognitivas íntegras.
“Lo tenía planificado, valoraba los riesgos, salió corriendo y tiró la ropa”, ha explicado la peritos quien ha afirmado que en su declaración habló de cuando entró en la casa y cuando salió pero alegaba una amnesia en el periodo de los asesinatos, lo que ésta ha calificado de “amnesia instrumental” ya que posteriormente sí le relató que sabía el recorrido de la casa y que el padre de familia le atacó. En cuanto a la capacidad volitiva, ha explicado que, atendiendo a los hábitos adictivos a las drogas, “puede plantearse una posible alteración», pero no lo puede afirmar «de forma objetiva”, ha agregado la perito.
En cuanto a los otros dos acusados, ha reconocido una discapacidad intelectual leve en uno de ellos, lo que dificulta su aprendizaje y hace de este tipo de personas mayor vulnerabilidad ante engaños y manipulación, pero ha asegurado que tenía sus capacidades cognitivas y volitivas íntegras.
Del tercer acusado, ha señalado que sí había sido diagnosticado y tratado por adiciones pero al igual que el resto consideraba que sabía lo que estaba haciendo el día de los hechos.
Los hechos que se están juzgando tuvieron lugar la noche del 12 de abril de 2024 cuando el acusado del triple asesinato se introdujo, armado con una bayoneta y una navaja, en la vivienda familiar de la pareja de otro de los encausados, que también participó en el robo junto con el tercer encausado. Una vez en la vivienda se introdujo en la habitación del matrimonio para registrarla, y cuando éstos se despertaron «les atacó brutalmente», tras lo cual sorprendió a la hija que trataba de huir por la escalera y la apuñaló, causándole la muerte.
Posteriormente se apoderó de una caja de relojes, joyas y dinero en efectivo que había en la habitación y, con la intención de ocultar los hechos, prendió fuego a la vivienda. Las víctimas no eran originarios de Chiloeches pero llevaban más de 20 años en la localidad.
El juicio, previsto hasta el día 19, seguirá este viernes con la continuación de la prueba pericial.