El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Toledo ha reclamado que se constituya la Comisión de Garantías para supervisar el reciente proceso selectivo que se ha celebrado en el Consistorio, pues ha afirmado que varios testigos han comunicado que algunos aspirantes habrían recibido las pruebas con las respuestas ya cumplimentadas.
En un comunicado de prensa, el viceportavoz del PSOE en el Consistorio toledano, Pablo García, ha denunciado que el mes pasado, en un examen de oposiciones del Ayuntamiento de Toledo, un documento que contenía las respuestas llegó a manos de uno de los opositores, lo que creó «un gran revuelo» entre los propios opositores.
De este modo, García ha manifestado su «profunda preocupación» por las graves dudas que, a su juicio, planean sobre el reciente proceso selectivo del Ayuntamiento de Toledo y ha tildado la situación “de extrema gravedad democrática”, por lo que ha considerado imprescindible “abrir de inmediato todas las ventanas y esclarecer hasta la última sombra”.
García ha reclamado al alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, la constitución urgente de una Comisión de Garantías que supervise de forma independiente los procesos de selección y que evalúe qué ha fallado, quién es responsable y qué mecanismos deben blindarse para impedir que un hecho así pueda repetirse.
“No basta con un gesto. Hace falta una reacción institucional firme y a la altura de la confianza que la ciudadanía deposita en su administración”, ha subrayado.
El viceportavoz socialista ha insistido en que “cientos de opositores han confiado en la limpieza de estas convocatorias” y ha recordado que el Ayuntamiento está obligado a ofrecer una explicación pública clara, transparente y verificable, y ha opinado que si hay indicios razonables de irregularidad, el examen debe ser anulado y reiniciado bajo controles reforzados, y ha reclamado que, si alguien ha manipulado el procedimiento, «debe asumir las consecuencias».
El PSOE propone que la citada comisión incorpore a personal técnico especializado y representantes de los grupos municipales con el fin de garantizar “un proceso escrupulosamente limpio, sin interferencias y con criterios objetivos para todos los aspirantes”.
Para García, “el Ayuntamiento no puede mirar hacia otro lado: debe liderar un marco de supervisión que devuelva la confianza tanto al personal municipal como a quienes concurren a una plaza pública”