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jueves, 18 de abril de 2024
El inspector Cendrero, jefe de grupo de la UPR en Toledo; Jana, Saúl y David, cuatro de los policías nacionales que rescataron a la abuela y a su nieto.
El inspector Cendrero, jefe de grupo de la UPR en Toledo; Jana, Saúl y David, cuatro de los policías nacionales que rescataron a la abuela y a su nieto.
Llama al 091, es un salvavidas - 11 agosto 2021 - Toledo

El susto para la abuela fue tremendo. Porque quedarse encerrada en la terraza de su vivienda en Toledo sabiendo que al otro lado de la puerta se había quedado su nieto de tan solo un año, solo, sin nadie que la pudiera ayudar… No debió ser fácil, no… Por fortuna, todo quedó en un episodio difícil de olvidar pero que acabó bien.

Encerrada, lo intentó todo para salir de la terraza, pero a la media hora (30 minutos que seguro que se le hicieron eternos) decidió pedir ayuda a los viandantes, en la Ronda de Buenavista, para que estos, a su vez, llamaran al 091 (sí, esas tres cifras que pueden ser salvadoras) y la Policía Nacional se pusiera de forma inmediata en marcha para poner fin a la pesadilla.


La abuela encerrada en la terraza, el niño solo y la comida en el fuego…

Bien, pues hasta allí acudieron el inspector Cendrero, jefe de grupo de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción), los policías Jana y David, y el inspector en prácticas Saúl. Poco después llegarían Pablo y otro compañero.

Era el jueves 5 de agosto, sobre las 13.30 horas, «cuando recibimos una llamada contándonos la situación, por lo que nos dirigimos rápidamente y al llegar comprobamos que en la terraza se encontraba una señora mayor, muy nerviosa, que nos dice que su nieto de un año está dentro de la casa y que, además, tenía la comida puesta en el fuego…».

Quien relata la escena a encastillalamancha.es es el inspector Cendrero, que continúa con el relato…

Toledo: la angustia de una abuela encerrada en la terraza mientras su nieto de un año estaba solo

«Las ventanas estaban enrejadas y lo intentamos a patadas, pero…»

«Valoramos entrar al interior de la casa por la terraza, pero las ventanas estaban totalmente enrejadas, por lo que decidimos acceder por la puerta. Lo intentamos pegando patadas y por el método del resbalón, pero era imposible, por lo que esperamos a que llegara, minutos después, otro de nuestros equipos con el material para abrir la puerta».

Había otro pero… Y es que no sabían en qué estancia de la vivienda se encontraba el niño. Podía estar al final de la casa o… al otro lado de la puerta, lo que hizo que tomaran todo tipo de precauciones antes de tirarla. Cuando estuvieron bien seguros, «logramos tirar la puerta con mucho cuidado».

Al entrar escucharon que se encontraba al final del pasillo. Jana se hizo cargo de él y el resto de compañeros «fuimos a la terraza a auxiliar a la mujer. Y conseguimos sacarla. Fue todo perfecto».

“Aquí lo del miedo no existe”, hablan los policías que han salvado tres vidas en Toledo en apenas dos meses

El 091 puede solucionar apuros y salvar vidas…

Recuerden, el número de teléfono 091 puede solucionar momentos de apuros y salvar vidas…

A Cendrero, quien lleva en Toledo desde marzo de este año pero que cuenta con nada menos que 27 años de experiencia en la Policía Nacional (su último destino fue la Unidad de Fronteras de Melilla), no se le va a olvidar en la vida esta actuación, «sí, los servicios humanitarios te llenan, cuando atiendes a una persona que necesita ayuda, a alguien que ha sufrido un infarto, a un menor que se ha perdido o como en este caso, que el menor se había quedado solo, la comida estaba en el fuego… Me reconforta más que otras situaciones que vivimos».

«Todo lo que sea servicio comunitario y salga bien, pues genial»

Esta definición, «todo lo que sea servicio comunitario y salga bien, pues genial», es de Pablo, otro de los policías que intervino en este caso (tanto él como Jana ya han protagonizado más de un reportaje humanitario en encastillalamancha.es).

Nos recuerda las escenas vividas, «nos costó forzar la puerta, porque era blindada», y matiza que cuando todo estaba solucionado «hablamos por teléfono con la madre del menor e hija de la señora que se había quedado encerrada para contarle que todo había salido bien».

Está, como el resto de sus compañeros, muy satisfecho por el trabajo hecho y reitera, «sí, todo lo que sea servicio comunitario y salga bien, pues genial».

Recuerden, al otro lado del número 091 siempre hay alguien dispuesto a ayudarnos…

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