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sábado, 20 de abril de 2024
Inerior de la capilla de Santa Catalina, en Toledo.
Inerior de la capilla de Santa Catalina, en Toledo.
Capilla de Santa Catalina - 16 diciembre 2022 - Toledo

Acaba de finalizar la restauración de la capilla lateral de la capilla de Santa Catalina de la iglesia del Salvador. Una actuación promovida por el Consorcio de Toledo destinada a la conservación de espacio de alto valor patrimonial, de finales del siglo XV, donde fue bautizada la reina Juana I de Castilla.

Está situada en la calle Santa Úrsula, en el casco histórico de la capital regional.


Un importante problema de humedades

El espacio, con categoría de monumento, sufría un importante problema de humedades que ha quedado resuelto. Se trata de una pequeña estancia, de 9,5 metros cuadrados y 5,5 metros de altura, y la obra se ha centrado en la recuperación de la bóveda, las paredes y la portada.

La intervención, desarrollada por los restauradores Paloma Sánchez González y Javier Ghiglione, ha permitido la recuperación del dorado de la impresionante bóveda de mocárabes, el repintado de los despieces de sillares y la limpieza y el tratamiento de las cartelas decoradas con motivos propiamente renacentistas de las paredes.

Unos trabajos de gran calidad desarrollados en tres meses y medio con la utilización de materiales reversibles y procedimientos perfectamente discernibles que quedarán documentados en la memoria final de intervención.

Las humedades habían provocado deficiencias en los muros

No se ha tratado el retablo de la capilla ni la reja de la misma, que separa esta estancia lateral de la capilla mayor, toda vez que ambos procesos no eran objeto de este proyecto.

La directora de restauración, Sánchez González, explica que las humedades habían provocado deficiencias en los muros del espacio “levantando los dorados, las policromías y los enlucidos”, así como en una de la esquinas de la impresionante bóveda de mocárabes dorados. “Hemos detectado que los materiales utilizados eran de muy buena calidad lo que facilita las cosas. Los materiales buenos se restauran bien”, destaca.

Inerior de la capilla de Santa Catalina, en Toledo.

Inerior de la capilla de Santa Catalina, en Toledo.

Se analizó la pintura original y…

La restauradora explica que el despiece de sillares de las paredes se ha repintado siguiendo el criterio general de la capilla objeto de intervención pero también de la capilla mayor, un repintado de 1894 que no es el original pero sí el que impera en el inmueble.

“Realizamos un estudio precio para analizar la pintura original de estas paredes y vimos que se conserva en muy mal estado, con poca calidad, pero sí hemos dejado un testigo”, comenta Sánchez González.

Durante los trabajos también se ha descubierto la superficie pictórica de las cartelas con inscripciones de los laterales en tonalidades azul azurita y dorado, que se han limpiado, protegido y acabado para facilitar la lectura completa de la estancia.

Recuperada la bóveda central del arco de la portada

“Hemos mantenido el criterio de restauración de mínima intervención necesaria, pero también entendiendo que es una capilla en la que priman los elementos decorativos que hay que recuperar y que se puedan ver”, comenta la restauradora. “Por eso hay algunos tratamientos para cerrar los marcos de esas cartelas, que se habían perdido, pero siempre documento. No nos hemos inventado nada”, enfatiza.

La intervención también ha recuperado la bóveda central del arco de la portada que da acceso a la capilla, que se encontraba caída y que ahora luce en todo su esplendor.

La actuación se ha desarrollado toda vez que el Consorcio aprobó la concesión de una subvención directa para recuperar esta capilla que cuenta con un nivel de protección ‘M’ en el catálogo de bienes protegidos del Plan Especial del Casco Histórico de Toledo.

La capilla cuenta, por tanto, con la máxima protección contemplada en el documento, además de que la iglesia del Salvador y su entorno están declarados Monumento Histórico Artístico y posteriormente Bien de Interés Cultural (BIC).

Una joya que ha permanecido inalterable

El edificio es una joya que ha permanecido inalterable desde sus inicios. Fernán Álvarez de Toledo, secretario de los Reyes Católicos, fue quien construyó la bella capilla adosada a la iglesia de San Salvador, en cuyo exterior vemos las armas de esta familia, junto a las de los Reyes Católicos.

La capilla tiene varias inscripciones, además de escudos del linaje, y dos importantes retablos. Uno de ellos es gótico, de fines del siglo XV, y está presidido por Santa Catalina de Alejandría, la Virgen con el Niño y Cristo crucificado entre María y San Juan.

Ya del siglo XVI es otro retablo, obra de Correa de Vivar, procedente del convento de San Miguel de los Reyes o de los Ángeles, propiedad del Conde de Cedillo quien, en el siglo XIX, decidió su traslado a la Capilla de Santa Catalina.

La propiedad del inmueble realizó ya en el año 2020 obras de reparación de fachadas, cubiertas y acondicionamiento general de la capilla cuyo objetivo era eliminar los problemas de humedad y atajar el deterioro que presentaba el monumento. Una obra inicial que se ha completado este 2022 con la restauración recientemente finalizada.

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