«La situación es insostenible y no queremos que llegue a explotar». Así se pronunciaba Santi, el portavoz de los padres del colegio «Divino Maestro» de Argamasilla de Alba (Ciudad Real) que el pasado 25 de abril denunciaron las «humillaciones», «agresiones» y «amenazas» de un profesor del centro hacia los alumnos, en algunos casos agresiones físicas como la que sufrió su hijo cuando tan solo tenía cuatro años.
Él es una de las personas que ha presentado una denuncia que ha tenido como consecuencia la apertura de un expediente disciplinario por parte del Dirección Provincial de Educación, un expediente en el Defensor del Pueblo y diligencias previas en la Fiscalía Provincial de Ciudad Real. Santi considera que, aunque es una realidad que los alumnos vienen arrastrando en los últimos años, los casos de acoso que hubo el pasado -reconocidos como tales por la directora del Instituto de la Mujer de Ciudad Real- y las tres agresiones con las que comenzó el curso actual han llevado a los padres a tomar medidas más contundentes y, tras la falta de respuesta por parte de la Consejería de Educación, a denunciar públicamente lo que allí está ocurriendo.
En su caso concreto, Santi asegura que su hijo tiene secuelas de la agresión física que sufrió por parte de este docente. Es uno de los muchos menores que, si no se resuelve el problema, se cambiarán de centro para no tener que estar en contacto con él. Cuenta que «cuando le decimos que a lo mejor debe cambiar de colegio, él responde que es mejor que le cambie mañana mismo porque no quiere volver a verlo». Sabe incluso de niños cuyos padres no les pueden preguntar qué tal les ha ido en el colegio porque se ponen a llorar. Además, dos alumnos fueron trasladados a otros centros a petición de los padres después de presentar partes médicos por cuadros de ansiedad.
[ze_summary text=»Los padres tienen miedo a denunciar por las represalias»]Los padres tienen miedo a denunciar por las represalias[/ze_summary]Insiste en que los padres hasta ahora han tenido miedo a denunciar los hechos por temor a las represalias del profesor hacia sus hijos y no llega a entender por qué Educación -después de años de quejas- no ha adoptado medidas serias al respecto, ni tampoco cautelares, tal y como han solicitado. Añade que solo en una ocasión estuvo sancionado y fue trasladado a otro centro.
Aunque tiene sus dudas sobre la actuación que pueda llevar a cabo la Consejería, Santi sí tiene sus esperanzas puestas en la justicia y en la investigación abierta por la Fiscalía Provincial. «No queremos que otros niños sufran lo mismo», comentaba.
Santi ponía de manifiesto que actualmente la situación en el colegio es muy tensa -de hecho «el resto de docentes no se habla con este profesor»-, por lo que pide a la Junta que actúe y que el supuesto agresor sea retirado de la docencia.
El próximo paso que darán los padres será realizar una recogida de firmas para enviárselas al consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, y solicitarle una entrevista personal para expresarle su preocupación “ante el hecho de que un profesor sobre el que recaen sospechas tan graves pueda seguir dando clase a niños”.