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Educación 19/07/2016junio 7th, 2017

Cumplen una  función muy importante: por un lado, que el menor no tenga lagunas en su aprendizaje y, por otro lado, olvidar por unos instantes la enfermedad que padecen. Las aulas hospitalarias de Castilla-La Mancha atendieron durante el curso 2015-16 a un total de 2.767 menores, convirtiéndose en un recurso educativo fundamental para aquellos que deben permanecer mucho tiempo convalecientes.

Aula hospitalaria de Toledo.


La región cuenta actualmente con ocho equipos repartidos en Albacete, donde se dio asistencia en el curso 2015-16 a 699 niños; Alcázar de San Juan, con 220 menores atendidos; Ciudad Real, con 442; Cuenca, con 146; Guadalajara, con 399; Puertollano, con 78; Talavera, con 187; y Toledo, con 596.

La mayoría de ellos fueron atendidos en los centros hospitalarios (un total de 2.575), mientras que los docentes que trabajan en estos equipos también se desplazaron a 192 domicilios de menores.

María del Rosario Rojas, directora general de Programas, Atención a la Diversidad y Formación Profesional de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, ponía en valor que -más allá de que el alumno no se desenganche de su ritmo de estudio mientras se encuentra enfermo- estas aulas «les hacen olvidar que están en un hospital». «En centros como los de Cuenca o Guadalajara, los de menores dimensiones, vimos que las estancias medias de los chicos y chicas eran muy bajas, de escasamente una semana, pero que sí tenían necesidad de ser atendidos en sus domicilios en los casos de largas enfermedades. Por este motivo, empezamos a trasladar la atención a las casas».

De manera preferente se atiende a los niños y niñas de Primaria y Secundaria -aquellos que tienen entre seis y 15 años- para los que se prevé una estancia de al menos 20 días. No obstante, esto no quiere decir que no se apoye al resto.

En todas las aulas hospitalarias, que están en constante coordinación con el centro educativo, hay profesores tanto del ámbito científico y tecnológico como del sociolingüístico. La idea es abarcar las principales materias que se dan en el aula normalizada. En Castilla-La Mancha la plantilla de docentes de estos equipos asciende a 32 profesores de Primaria y Secundaria, un número que puede verse incrementado en función de la demanda, máxime cuando se trata de una comunidad autónoma cuya dispersión geográfica obliga en ocasiones a largos desplazamientos hasta los domicilios.

El primer aula hospitalaria de la región nació en 1974 en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. El siguiente centro en darse cuenta de la importancia de este servicio fue el Hospital de Guadalajara en 1983. Se sumaron a esta iniciativa los de Ciudad Real y Albacete, en 1990 y 1996, respectivamente.

Durante el curso 2002-03 fue cuando se crearon los equipos tal y como hoy se conocen, apareciendo entonces también los de Cuenca, Talavera y Toledo. Los de Alcázar de San Juan y Puertollano vendrían más tarde, en 2005, dejando este último de depender del de Ciudad Real en el año 2007.

Paralelamente se han ido poniendo en marcha unidades específicas, como las que en Ciudad Real y Albacete atienden a los menores con problemas de salud mental o con trastornos de alimentación.

CONECTARSE AL AULA A TRAVÉS DE INTERNET, EL PRÓXIMO RETO

La Consejería de Educación, Cultura y Deportes se ha marcado como reto conseguir que los menores con largas enfermedades puedan conectarse a sus aulas a través de internet vía streaming y así poder tener un contacto más directo con sus compañeros y profesores. María del Rosario Rojas explicaba a encastillalamancha.es que es una experiencia que ya se ha llevado a la práctica vía skype. No obstante, para fomentar estas conexiones, afirma que es necesario conseguir dispositivos más potentes y resolver los problemas de coberturas que presentan algunos lugares de la región. «Es una línea de actuación en la que queremos trabajar», señalaba la directora general.

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