La directora general de Familia, Menores y Promoción Social, Silvia Valmaña, ha destacado hoy que, en 2014, se atendió a 6.400 personas dentro del Programa de Intervención de Violencia Familiar, puesto en marcha por el Gobierno regional para evitar la violencia que se produce dentro del seno familiar.
Durante su visita al Centro Integral de Apoyo a la Familia de Ciudad Real, Valmaña ha destacado el funcionamiento del citado programa que, según sus palabras, «apoya e interviene psicosocial y educativamente en aquellas familias en las que se produce violencia.
Además, ha recalcado, que «trabaja en la prevención en aquellos núcleos familiares que podrán encontrarse en situación de riesgo».
También ha recordado que este programa se enmarca dentro de las acciones de los Centros de Apoyo a la Familia, espacios de atención a las familias y a sus hijos, donde se les ofrece atención adecuada para que sean capaces de gestionar los conflictos que hayan surgido o que puedan surgir a lo largo del ciclo de vida familiar.
También se desarrollan programas de Orientación e Intervención Familiar y programas de Mediación Familiar para resolver conflictos que impliquen un riesgo de desestructuración familiar y ayudar en la ruptura de parejas, en los que han participado más de 13.400 personas en toda la región.
CASOS DE ABUSOS SEXUAL INFANTIL
En cuanto a los programas de prevención e intervención en casos de abusos sexual infantil, ofrecen una atención integral tanto de los niños y niñas que han sido víctimas de este tipo de maltrato, como de los agresores menores de edad y sus familias; en Castilla-La Mancha se han atendido un total de 294 menores en 2014.
Refiriéndose a Ciudad Real, la directora general ha indicado que, en esta provincia, se están llevando a cabo planes de acogimiento familiar, prevención e intervención en violencia familiar, prevención e intervención en abuso sexual infantil, atención al menor, mediación y orientación familiar.
Y ha concretado que, en el Centro Integral de Apoyo a la Familia de Ciudad Real, se trabaja con las familias a través de talleres, charlas, debates, atención individual, escuela de padres y madres, entrenamiento en resolución de conflictos y asistencia especial en crisis surgidas de separaciones y divorcios.