La historia es, cuanto menos, digna de un buen estudio periodístico y, sobre todo, empresarial. Hablamos del histórico diario Lanza, que se edita en Ciudad Real y cuyo propietario es, tanto oficial como oficiosamente, la Diputación Provincial. Que en este caso rigen sus destinos los socialistas del también político histórico Nemesio de Lara. Bien, pues como cualquier medio de comunicación en la actualidad pasan por diferentes problemas económicos y ya han comenzado los recortes. Pero con una peculiaridad: si bien los dirigentes socialistas están absolutamente en contra de la reforma laboral que ha presentado el Gobierno «popular» de Mariano Rajoy, ¡ellos la van a aplicar en su medio de comunicación!
Y es que, tal y como han comentado al Comité de Empresa en las diferentes reuniones que han mantenido, en las que también han estado presentes la directora y la gerente del medio, están «obligados» a aplicar la citada reforma, dicen que no les queda más remedio, por lo que… De momento, desde el viernes 23 ya son seis trabajadores menos en un diario cuya plantilla está por encima de los 50 trabajadores, divididos entre redacción, talleres, administración y publicidad.
De esos seis trabajadores dos trabajaban en diseño y uno en recepción (estos tres procedían de los antiguos talleres), otros dos en publicidad y uno en administración. La indemnización que recibirán será la que marca la nueva reforma, esto es, 20 días por año trabajado. En los próximos días o semanas ya está anunciado el despido de otros dos trabajadores: un redactor de publicidad y otro de talleres. El primero trabaja a media jornada y el segundo a jornada completa.
El presidente de Lanza es también el vicepresidente de la Diputación de Ciudad Real, Ángel Caballero, y es la institución la que aporta una cantidad anual que no puede cubrir los gastos de la plantilla actual, ya que los ingresos por publicidad han menguado de forma considerable en los últimos años. Las primeras reuniones con el Comité de Empresa fueron a mediados de enero y el futuro del diario, al menos en papel, no es demasiado halagüeño. Veremos qué ocurre en los próximos meses.