Centenares de personas han despedido en Cuenca a Laura y Marina, asesinadas en Cuenca por el exnovio de Laura, Sergio Morate, que ya está detenido.
La iglesia parroquial de San Fernando se ha quedado pequeña para acoger a la gran cantidad de personas que han asistido al funeral por Laura del Hoyo, una de las dos jóvenes asesinadas en Cuenca a manos, supuestamente, del exnovio de Marina Okarynska, la otra chica fallecida.
La ceremonia ha sido concelebrada por 13 sacerdotes, entre ellos el vicario general de la Diócesis de Cuenca, Antonio Fernández.
Entre escenas de dolor, el féretro ha llegado a las 11:15 horas al templo en un coche de una funeraria, al que seguía otro coche fúnebre cargado únicamente con coronas de flores.
Ha sido llevado por familiares hasta el interior del templo, en el que ha entrado en medio de un fuerte aplauso de las personas que se encontraban en el exterior y que no han podido entrar a pesar de que es una iglesia amplia, de las últimas que se han construido en la capital conquense.
Dentro espera la familia de Laura, a la que en la homilía, el párroco titular, José María Alcázar, para intentar darles consuelo y les ha dicho que aunque hoy prime el dolor, el abatimiento y la pena, «el amor es mucho más fuerte que la rabia y el dolor».
También ha recordado el sacerdote que en esta iglesia Laura del Hoyo, que tenía 24 años de edad, recibió la primera comunión y en referencia a cómo se ha producido la muerte de las dos jóvenes, ha comentado que actos como éste «deben hacernos pensar a todos, para construir una sociedad más justa y más humana».
Tras la ceremonia, el féretro ha salido al exterior del templo donde había una gran cantidad de personas, junto a numerosos fotógrafos y cámaras de cadenas de televisión que han transmitido en directo la escena.
Después el féretro ha sido trasladado al cementerio municipal de Cuenca «Santísimo Cristo del Perdón» donde el cuerpo de Laura del Hoyo ha recibido sepultura, un poco antes que el de su amiga Marina Okarynska.
Al funeral han asistido, entre otros, el vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, y representantes del Ayuntamiento de Cuenca, entre ellos el portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Cuenca, Pedro José García Hidalgo.
DESPEDIDA A MARINA
Por otro lado, muchos conquenses han acudido también a la parroquia de San Esteban para dar su último adiós a la joven Marina Okarynska, asesinada en Cuenca al igual que su amiga Laura del Hoyo.
Poco después de las 11:30 horas ha llegado a las puertas de la iglesia el coche fúnebre y un caluroso aplauso ha recibido al féretro de la joven, que tenía 26 años.
Familiares, amigos, compañeras de trabajo de Marina, muchos de ellos jóvenes que expresaban su dolor y tristeza, y representantes institucionales como el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, y el delegado de la Junta, Ángel Tomás Godoy, han asistido a la ceremonia religiosa.
El funeral lo han oficiado sacerdotes católicos y, también, uno del rito grecocatólico para atender a la familia ucraniana, y en la homilía el sacerdote ha dicho que «Cuenca entera ha estado herida, sin distinción de países y procedencias».
Ha instado también a los familiares de Marina a hacer un esfuerzo «heroico» y a recordar «todo el bien que hizo», afirmando también que «el amor tiene que vencer al odio en nuestra sociedad».
A la iglesia han llegado una docena de coronas de flores, de sus padres y hermana, de lugares en los que trabajó la joven, como una conocida confitería de la ciudad, cuyas clientas la recordaban como «una chica muy maja», así como varias coronas institucionales.
Todas con mensajes de cariño y asegurando a Marina que «No te olvidaremos», acompañando al coche fúnebre que pasadas las 12:30 horas ha salido de la Plaza de la Hispanidad, donde está ubicada la iglesia de San Esteban, también entre fuertes aplausos.
Tras los funerales Marina Okarynska y Laura del Hoyo han sido enterradas esta mañana en el cementerio municipal de Cuenca.