En una esquina de la calle Sixto Ramón Parro que desemboca en la plaza Mayor, frente al Teatro de Rojas y en pleno corazón del casco histórico de Toledo, un cartel anuncia cada semana actuaciones musicales, recitales poéticos, charlas científicas o mercadillos solidarios. Ese cartel es el que los promotores de La Divergente cambian casi a diario para exponer a los paseantes qué es lo que llevará el menú cultural de hoy. «Otro mundo es posible» es la declaración de intenciones de este espacio de cultura comunitaria y economía social toledano.
En un año de andadura – comenzaron en la primavera de 2022 -, el espacio formado por 100 socios y socias necesita adecuar ese semisótano donde se ubican y eliminar la línea de crédito que contrajeron para arrancar el proyecto. Por eso, los cooperativistas han anunciado una campaña de crowfunding a través de la web de Goteo para financiarse. Por ahora, han conseguido unos 8.000 euros y necesitan unos 1.000 euros más para alcanzar el presupuesto mínimo que se han marcado.
Los promotores de la cooperativa social y comunitaria explican que en La Divergente caben todas las sensibilidades. «La Divergente está formada desde un principio por artistas, músicos, escritores, fotógrafos, pintores, y por todo un amplio espectro de la sociedad civil, funcionarios, hosteleros, albañiles, o arquitectos. Por personas de Toledo y de todo el país. Por personas de todas las edades».
Para quienes quieran apoyar el proyecto, La Divergente ha reservado una serie de recompensas simbólicas – desde reconocimientos en su web hasta camisetas y tazas – con las que buscan que las excusas no sean una opción. Ese «otro mundo posible» es el que quieren seguir construyendo desde esa esquina del casco los socios y socias de La Divergente.