Eran las 20 horas del pasado sábado cuando la Policía Local de Toledo avistó a un ciclista que circulaba de una manera muy extraña por el puente de La Cava. Se dirigía al centro de la ciudad por esta vía de doble carril por sentido y por la que normalmente los vehículos suelen pasar a cierta velocidad, por lo que este ciclista estaba generando una situación peligrosa.
Los agentes de la Policía Local le dieron el alto y, ante el estado que observaron, procedieron a someterle a la prueba de alcoholemia.
Casi quintuplicando la tasa
El resultado de 1,14 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, una tasa muy por encima del 0,25 que está permitido por la ley.
En este caso, al ir en bici, no hay delito contra la seguridad vial, pero el ciclista sí que se enfrentará a una fuerte multa, ya que ir bajo los efectos del alcohol también se castiga aunque no se conduzca un vehículo a motor.
En este caso se enfrenta a una sanción muy grave a la Ley de Tráfico, con una multa de 1.000 euros.
Además, la bicicleta fue retirada por la grúa, poniendo así fin a esa situación de peligro que se había generado al circular en esas condiciones, según detallan fuentes de la Policía Local de Toledo.