"El enemigo del tirano es enemigo de la nación, y no puede por tanto aspirar a dirigirla. Poco a poco se va cercando la libertad de la oposición, se la va silenciando, se le impone la autocensura, se señala a sus dirigentes, y con el tiempo, casi sin darnos cuenta, resulta que el tirano ya no tiene a nadie que le discuta, a nadie que pueda resultar creíble como alternativa, a nadie que le pueda arrebatar el cargo", subraya el presidente del Consejo Asesor del PP de Castilla-La Mancha